Lo que en Losail empezó como una simple cita para olvidar, con el paso de los meses se convirtió en un lastre para el box de Yamaha. Caídas, dudas e incertidumbre son los adjetivos que más recientemente han vinculado al equipo representado por Valentino Rossi y Maverick Viñales. Tras disputar una temporada protagonizada por la inestabilidad numérica, el ingeniero localiza las causas por las que el Monster Energy Yamaha no consiguió ver la luz hasta el Gran Premio de España. "Lo primero es que han cambiado pilotos. Al final, las motos están ahí quietas y no hacen nada, no corren ni arrancan ni nada. Lo importante es el piloto, pero no solo el piloto en sí, sino cómo se entiende con la moto, o sea el conjunto" señalaba en una entrevista para Motorlunews.com.
En esta línea, establece una clara tipología. "Ha habido 2 temas importantísimos: cambio de piloto y cambio de neumáticos. Cuando cambias el neumático, te cambia completamente el feeling. Hay pilotos que se adaptan a un tipo de neumático. Al final necesitas que sea una moto, y una puesta a punto de todo para ese piloto. Cuando hablamos de que las cosas van muy mal, es porque en 120 km corres 4 segundos menos que cuando van muy bien. Y la verdad es que estos 4 segundos son muy difíciles de ganar, bastante fáciles de perder, pero hay pilotos que tienen la habilidad para marcar la diferencia, y quizás en vez de perder 5, perder 3" confesaba.Al amparo de esta situación, asegura saber qué le falta al garaje de Yamaha para recuperar el curso que durante tantos años ha representado a su casillero en la tabla clasificatoria. "Le falta aerodinámica, aceleración, frenado, girar, estabilidad ... todo. Como la moto perfecta no existe, todo es mejorable. El hacer una moto para los pilotos que tienes es lo primero, y es lo más difícil. Los pilotos cambian, pero la filosofía es la que es. Depende mucho del piloto y luego depende mucho de los tiempos. Un poco, la filosofía de Yamaha de toda la vida, la filosofía de la fábrica es hacer motos muy conducibles, muy nobles, fáciles. Y para eso tienes que evitar que la moto sea agresiva. Porque las motos agresivas, para algunos pilotos van bien, por ejemplo, con Marc no hace falta ver la moto, tú ves una carrera por televisión y ves que es una moto agresiva, que a él le gusta, que la lleva, no quiere decir que gane siempre con esta moto, pero a él le gusta, a él le va bien. No es la moto que va bien, sino que a él le va bien" agrega.
Comunicación y equilibrio
Repasando la trayectoria deportiva del garaje japonés, Forcada añade: "Cuando estaba Jorge en Yamaha tú veías una carrera por televisión, y lo que más le molestaba es que la moto fuese agresiva. La filosofía de la marca Yamaha es hacer una moto conducible, no hacer una moto agresiva. Para hacer una moto agresiva, normalmente usas mucha potencia y un motor muy potente. Si la quieres hacer más noble, usarás un motor mucho más suave, para evitar que te castigue el neumático, que te mueva la moto... con lo cual pierdes velocidad. Estamos en un año en el sobre todo en velocidad estamos mal. Un circuito tiene 14 o 15 curvas y 1 recta. Tú puedes ganar mucho en 1 recta y perder en 15 curvas. O ganar en 15 curvas y perder en 1 recta. Entonces, depende de cuánto ganes en las curvas y cuánto ganes en la recta, pues puede ser que lo efectivo sea ir bien en 15 curvas, aunque pierdas en la recta; en vez de ir como un demonio en la recta y luego en las curvas estar perdiendo. Por eso es de las pocas, o quizá la única marca con la que nadie tiene problemas para adaptarse a la moto cuando viene de otra moto".
Así las cosas, exalta la capacidad de adaptación por parte de los prototipos de la categoría reina. "Hemos visto pilotos yendo de Yamaha a Ducati haciéndolo fatal, y más de uno; hemos visto pilotos yendo a Honda yendo fatal, pero pilotos que vengan de otra marca y hayan ido a Yamaha no hay ninguno que lo haga realmente mal. Puede estar delante o no tan delante, y esto es porque la fábrica tiene la filosofía de hacer una moto conducible. Y luego la diferencia la hará el piloto, porque a la hora de conducir uno lo hará suave y rápido y el otro lo hará tan solo suave. Ahí está la diferencia".
Muestra de este proceso, Forcada asegura que la electrónica y el motor han cobrado gran protagonismo este 2019. "La electrónica es única...podrás mejorar la adaptación de la electrónica a tu motor y tu motor a la electrónica. Lo peor que te puede decir un piloto cuando trabajas sobre todo en carreras, es que la moto va perfecta. Entonces vamos mal. Si va perfecta, corre más, y ya verás cómo te aparece algún problemilla. Y si no te aparece, pues corre un poco más, ya verás como alguna cosa sale. Con lo cual es importante seguir mejorando, pero tienes el inconveniente de que no hay un tope. Evidentemente si tú tienes la electrónica y el motor que van perfectos, esto no existe porque seguro que hay algo a mejorar. Si va perfecto dale más potencia, y luego ya tendrás más problemas la electrónica para quitarle la potencia. Al final son 2 departamentos antagónicos, el electrónico y el mecánico. Uno se gasta millones para hacer una moto que corra y el otro gasta millones para quitarle la potencia al que corre" confiesa.
Uno de los aspectos que más se han puesto en entredicho durante la temporada ha sido el reglamento. Ante esta situación, Forcada agregó: "Para todos los técnicos, el reglamento es lo peor que hay, es lo que te limita. Yo soy partidario de los reglamentos sencillísimos. Cuando empezamos con MotoGP había motos de 2 cilindros, de 3 cilindros, de 4 cilindros y de 5 cilindros. Ahora no, todos de 4. ¿Por qué? Si uno sabe hacer mejor un motor de 5... ¿por qué no le dejas hacer uno de 5? Y al final no significa que 5 sea mejor que 4, significa que el que sabe hacer el de 5 hará el de 5, y deja a cada uno que haga lo que sabe" concluiría.
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