Seguramente no soy la única a la que aún se le hace un nudo en la garganta al recordar ese fatídico GP de Malasia de 2011. Aquel día perdimos a un piloto que apenas empezaba a brindarnos grandes carreras en la categoría reina como el campeón de 250cc que fue. El Destino no quiso que disfrutáramos de su agresivo pilotaje del que tantos ríos de tinta (y algún que otro abucheo también) hizo correr por aquel entonces y nos arrebató ese indomable pelo rizado para siempre un domingo 23 de octubre de 2011 en el circuito de Sepang.
Todo queda en casa
Coincidiendo con el próximo GP, en San Marino, es imposible no acordarse de Marco. Desde el 2012 el circuito de Misano lleva su nombre y hace que esté todavía de alguna manera entre nosotros nada más entrar a dicho circuito. Dos años más tarde fue nombrado MotoGP Legend también aquí, en casa, en su circuito.
Ahora sólo falta el último paso, el más difícil. Este mismo jueves, antes de que las motos rueden un año más sobre el asfalto sanmarinense se dará a cabo una rueda de prensa presidida por el CEO de Dorna, Carmelo Ezpeleta, en la que se anunciará oficialmente la retirada del dorsal número 58 del mundial de MotoGP. Es decir, el número mítico que lució Marco Simoncelli durante toda su trayectoria desde sus inicios en 125cc ya no podrá ser utilizado por ningún otro piloto en el mundial, al igual que ocurre con otros dorsales del resto de MotoGP Legends.
El número 58 continúa muy presente en el paddock, de hecho aún hoy en día se sigue vendiendo de forma oficial merchandising de SuperSic como una manera más de honrar la memoria del piloto italiano de Cattolica. Sin ninguna duda, jamás olvidaremos ese 58 y aún menos el carisma y pilotaje tan personal y especial que convierten a Marco Simoncelli en único e inimitable.
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