El Mundial de MotoGP lleva varios años enseñando a los aficionados una premisa que, carrera tras carrera, adquiere más sentido: no se puede dar nada por sentado. Cada carrera se convierte en una pequeña guerra, en un "minicampeonato" como ha reconocido Valentino Rossi, en un pequeño capítulo de una gran revolución en MotoGP. Ni Maverick Viñales era campeón tras Argentina, ni Rossi tenía el décimo hecho tras Austin, ni Marc Márquez iba a ganar fácilmente el Mundial tras la cita tejana. La grandeza de este deporte ha llevado, tras cuatro carreras disputadas a sus espaldas, a un escenario no visto desde 2009, y no es otro que llegar a Le Mans con los cuatro primeros clasificados en un pañuelo. En aquel entonces, nueve puntos separaban a Jorge Lorenzo, líder, de Dani Pedrosa, cuarto. Hoy, diez puntos separan a Rossi de Pedrosa, el hombre de moda en el Paddock tras un fin de semana impecable en Jerez y que tiene en sus manos demostrar que lo visto en tierras andaluzas no fue flor de un día.
Otro de los mitos que cada vez tópicos que realidades palpables es el concepto de "Circuito Yamaha" o "Circuito Honda". Jerez, un circuito históricamente beneficioso para Yamaha, desmontó ese argumento, viendo como las dos Repsol Honda copaban las dos primeras plazas con una autoridad implacable sobre sus rivales mientras que sus motos sufrían por mantenerse en la pista debido a un desgaste exagerado de los neumáticos. Le Mans, números en mano, suele favorecer a las Yamaha. De hecho, Jorge Lorenzo es, con cinco victorias ?las dos últimas logradas en los dos últimos años? es el rey en este circuito.Nuevo asfalto, mismos neumáticos
Este año, el mítico trazado de Buggatti cuenta con un aliciente especial que dotará de un factor sorpresa el devenir del fin de semana. Tras las múltiples quejas de los pilotos por los baches que presentaba el circuito, para la edición de este año se ha reasfaltado el trazado. Según los propios pilotos, quienes ya estuvieron hace dos semanas probando en este circuito, el nuevo asfalto es "espectacular", aunque es pronto para saber a quien beneficiará en mayor medida y, por el contrario, a quien perjudicará.
Quien a buen seguro estará en el punto de mira de todo el mundo este fin de semana en Le Mans será Michelin, la protagonista negativa de la última cita del Mundial. Un aparente neumático defectuoso en la Yamaha de Maverick Viñales y un desgaste desproporcionado en la de Rossi encendieron las alarmas, hasta el punto que los pilotos han estado valorando volver a las carcasas de la temporada pasada, las cuales probaron en el test post-gran premio en Jerez con disparidad de opiniones entre los pilotos. Por el momento, Michelin este fin de semana seguirá con el plan previsto y mantendrá las gomas 2017, aunque no se descarta que se pueda haber novedades de cara al Gran Premio de Italia la primera semana de junio.
La debilidad del líder abre la contienda
Otra de las reflexiones que ha dejado hasta la fecha el Mundial 2017 es que nadie es intocable. Ningún piloto está exento de cometer un error. Y así lo reflejó la carrera de Moto2 en Jerez. El hasta entonces inalcanzable Franco Morbidelli se fue al suelo cuando estaba en plena lucha con su compañero y a priori máximo rival Álex Márquez, quien lograría su primera victoria ese fin de semana y que ahora se ve a 26 puntos de su compañero en la clasificación general.
En Le Mans, a priori, la pelea tendría que volver a ser a dos bandas entre los pilotos del Estrella Galicia 0,0 Marc VDS, pero nada es descartable en esta categoría. La KTM de Oliveira sigue sorprendiendo carrera tras carrera, mientras que el segundo del Mundial, Thomas Luthi, mantiene un idilio con el trazado galo. Dos victorias y un consistente ritmo a lo largo de los últimos años llevan a no descartarle como outsider en la lucha hispano-italiana que se presume en el box del Marc VDS. Tampoco hay que descartar al 'rookie' Fabio Quartararo, que competirá ante sus aficionados, lo que siempre supone un extra en la motivación de todo piloto.
Más igualdad que nunca
Donde la vida sigue igual es en Moto3. Pero en este caso, "igual" no implica monotonía, más bien al contrario. En la categoría del libre albedrío, el líder sigue Joan Mir, aunque su distancia con sus perseguidores se va reduciendo cada vez más. A pesar de haber empezado como un tiro con las dos victorias logradas en Qatar y Argentina respectivamente, ahora su diferencia con el segundo clasificado, Romano Fenati, es de solo nueve puntos y de quince sobre el tercero, Jorge Martín. Más distanciado en la tabla está Arón Canet, que promete pelea tras conseguir una gran victoria en Jerez, la primera de su trayectoria.
Quien estará obligada a reaccionar como fábrica a partir de Le Mans es KTM. La marca austríaca, vigente campeona del mundo de la mano de Brad Binder, aún no ha sido capaz de subir al podio esta temporada con ninguno de sus pilotos. Para remediar la situación, un ilustre de la categoría pequeña, Danny Kent, se subirá a una de las motos del Red Bull KTM Ajo. El británico, campeón en 2015, recalará en el equipo de Aki Ajo tras su polémica salida del Kiefer Racing de la categoría intermedia.
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