Romano Fenati aprovechó el Gran Premio de Austria para poner fin a la sequía que le ha acompañado en los últimos dos años. Entre los precedentes más significativos de este lastre, cobraba protagonismo la polémica y antideportiva acción del italiano en el pasado 9 de septiembre de 2018. Esta fecha marcó un antes y un después en la carrera deportiva de Romano Fenati, tras trincar mientras rodaba el freno de Stefano Manzi en el Gran Premio de San Marino. Días después, Fenati experimentó problemas judiciales, fue expulsado del equipo y terminó aniquilando cualquier relación que le vinculara a MV Agusta. "Para mí, el año pasado es un libro viejo, estamos escribiendo uno nuevo y quiero hacerlo con sensaciones fuertes y positivas. Este es solo el primer capítulo", confesaba.
Pasaron los meses y el equipo Snipers decidió mirar con otros ojos al piloto italiano, dándole una oportunidad y recibiendo su bienvenida en la categoría menor. Así, Romano Fenati comenzaba a estrenar su casillero, pero sin éxito alguno hasta el pasado domingo. "Para los pilotos, dos años sin ganar es un período de tiempo impresionante. Pero son las carreras, son épocas, así que es bueno estar de vuelta en el podio, en la conferencia de prensa y todo eso. Es bonito y tenemos que hacer que dure. Estoy contento, aprendí de los errores. Al final, es un momento de la vida, pasa. Hay momentos buenos y malos" aclaraba en declaraciones recogidas en Motorsport.com.En esta línea, el punto de mira de Fenati continúa siendo la categoría reina, no sin antes culminar su paso por Moto2, al que considera, empujón fundamental a MotoGP. "Las carreras son distintas en Moto3 desde mi retorno. Hay mucho caos siempre. Esto es distinto de Moto2. Seguramente esta victoria es un punto de inflexión para la moral y nos dé motivación. Si nos relajamos porque hemos ganado, no haremos nada. Debe servir de inspiración y fortalecernos, porque esta no es una victoria como cualquier otra. De cara al año que viene no sé", zanja.
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