"Tengo una fisura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda y una rotura del ligamento lateral interno de la misma rodilla. Acudí a la consulta del Dr. Mir, me hicieron pruebas y se descartó que me tuvieran que operar, esa es la buena noticia. Estoy haciendo fisioterapia cada día de manera intensa y en un mes estaré bien. Ya camino bien, tengo movilidad, así que todo está avanzando perfectamente. Es una pena, porque ahora venía la época de pasárselo bien entrenando con la moto de cross y no podré hacerlo, pero afortunadamente todo se queda en un susto, no es nada grave" afirmaba Aleix Espargaró sobre su lesión.
Suerte dentro del problema
A pesar de que una lesión nunca es bien recibida, se puede decir que Aleix Espargaró ha tenido suerte puesto que le ha llegado en uno de los momentos más bajos de actividad física de todo el año. De hecho, así lo reconocía el piloto oficial de Suzuki: "Realmente, me afecta poco, porque la preparación fuerte empieza en enero. Tendré que cambiar el esquí de montaña, que es lo que hago para entrenarme, por la bici de carretera, pero poco más".
Sobre el nuevo reto con el fabricante japonés y en relación con el test oficial de MotoGP que tendrá lugar a primeros de febrero, el catalán añadía además: "Tengo muchas ganas de seguir trabajando con esta moto, sabemos que nos falta mucha potencia, los técnicos lo saben y están trabajando en esto. Y yo estoy deseando probar un circuito nuevo y seguir mejorando la moto. Sabemos que tenemos muchos trabajo por delante, pero tengo muchas ganas de seguir haciendo kilómetros con esta moto".
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