La gira asiática llegó el fin de semana pasado a su fin y no podría hacerlo de mejor manera que en un trazado idílico, en el que los sueños se hacen realidad pero cuesta muchísimo conseguirlo. Pero por si fuera poco ser el cierre de un tour asiático tan especial como el de este año, se le sumaba el factor de que la pista había sido reasfaltada completamente y a todo eso había que contar con la presencia de un clima tropical que no dejó indiferente a nadie con una meteorología lluviosa y que en cualquier momento podía jarrear agua convirtiéndose en un diluvio.
Malasia es un país donde la felicidad y contraste brilla con luz propia. Por un lado se puede ver como la pobreza coge su máximo esplendor en algunas zonas y en otras el estilo de vida menos austero. Lo bueno y lo malo, la victoria y la derrota, fueron sinónimos de un fin de semana de carreras donde hubo más vencedores que vencidos.Dovizioso vuelve al sendero del triunfo
Le costó lo suyo pero lo volvió a hacer. Uno de los pilotos más carismáticos de la parrilla y queridos por los aficionados, como es Andrea Dovizioso, vio como Sepang le dejaba quitarse una espinita que no podía quitarse desde que consiguió su primera victoria en MotoGP, allá por 2009 en Donington Park, en una cita que fue realmente similar a la de este año, con una situación de agua en pista, donde el italiano disfrutó como niño pequeño.
Fue tal la emoción que vivió en un fin de semana donde la atención se centraba en otra parte de la parrilla, que lo tuvo bastante complicado para mantener la calma y concentración, que hasta la última vuelta cuando comenzó a creerse lo que estaba haciendo, pilotando sobre vías sin cometer ningún error y sobre todo, confiando en sí mismo.
Por otro lado, la atención del público y de los profesionales del mundo de las dos ruedas estaba centrada sobre todo en la reacción de Valentino Rossi con Marc Márquez al regresar al lugar de los hechos. El italiano se centró en hacer su propia carrera, sin cometer errores y dejando al resto arriesgar más de la cuenta para que puedan luchar por la victoria. Pero lo más importante fue descubrir el fallo o problema real de la Yamaha, y es que la montura de la fábrica de los diapasones no han logrado crear una montura competitiva en temperaturas bajas.
Por su parte, Márquez, Cal Crutchlow y Andrea Iannone vieron como las complicadas condiciones de la pista les jugó una mala pasada, yéndose al suelo en las últimas vueltas. Ese triplete de ceros casi consecutivos, y además de verdad, puesto que los tres pilotos que se jugaban el podio se cayeron en una vuelta y media, le dio la plaza de bronce del podio a Jorge Lorenzo. El balear consiguió reencontrarse en lluvia consigo mismo, algo que parecía imposible, ya que no se encontraba cómodo en los últimos años bajo agua.
Moto2
La gira asiática le da suerte a Johann Zarco. El francés volvió a hacer historia esta vez en Sepang, siendo el primer piloto de Moto2 que lograba revalidar el título de dicha categoría. Fue una carrera de supervivencia, de aguantar la moto sobre la pista y no conseguía mostrarse del todo cómodo sobre la Kalex, pero sabía que ese resultado le daba la opción de volver a ser campeón del Mundo y lo hizo de nuevo.
Por su parte, Álex Rins enterraba todas sus opciones a ganar el campeonato e incluso el subcampeonato. El español tiene la mente puesta en MotoGP u otra cosa, pero no es el mismo de siempre, no consigue mantenerse del todo centrado en el Gran Premio.
Moto3
Fue una carrera donde se puso en tela de juicio el concepto de seguridad de Dirección de carrera. Tres caídas múltiples, a cada cual más peligrosa. No era seguro competir en esas condiciones de pista y la categoría pequeña se llevó la peor parte. Un total de 14 pilotos de 32 se fueron al suelo a la primera de cambio, donde los principales candidatos a la victoria se cayeron.
Esa situación la aprovechó a la perfección Francesco 'Pecco' Bagnaia que logró su segunda victoria de la temporada en una carrera donde la fuerza mental fue la clave. Por último, queda por ver quién se llevará el título de debutante del año, donde Bo Bendsneyder, Nicolò Bulega y Joan Mir se lo jugarán todo en Cheste.
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