Me considero un aficionado a los deportes del motor y a muchos otros deportes de carreras en general, me entretiene mucho en varios aspectos. La gente normal ve carreras los domingos y como mucho los sábados, veo tantas que a veces llego al martes o al miércoles disfrutando de lo sucedido en el fin de semana. Formula 1, MotoGp, NASCAR, Indycar, MXGP, AMA Supercross, American Flat Track, WSBK, Formula E, WTCC, IMSA, FIA WEC, FIM EWC, World Rallycross... Es un buen hobby, el gasto por hora es ridículamente bajo gracias a cosas como Youtube y otras fuentes. La gran mayoría de competiciones que veo son internacionales o el mejor campeonato nacional posible y luego están dos campeonatos nacionales menores que veo a ratos: MotoAmerica y el British Superbike.
De los seis primeros no me pierdo una sola ronda, es una obligación moral. Puedo tardar hasta cuatro días o más si me pierdo el directo pero lo encontraré y lo veré. Con respecto al resto del grupo principal puedo perderme rondas, a veces incluso a propósito (agradezco que vaya gente a ver carreras al Chang International Circuit pero el diseño es horrendo), pero generalmente si me pierdo algo es por accidente o porque he leído algún artículo sobre lo que me he perdido. El BSB y MotoAmerica están en su propia categoría, son distintos pues ni son campeonatos internacionales ni nacionales que actúan como lo mejor en su clase, son nacionales con un atractivo variable que depende de varios factores.
Aclaro que en ambos campeonatos sólo sigo y veo las carreras de la máxima categoría, nada de supersport ni otras carreras aunque admito que me fascinan los sidecars de los isleños, ojalá fueran la cuarta categoría en MotoGp. Mi principal problema con los campeonatos nacionales de superbikes de USA y Reino Unido son los circuitos. Nada como ver a los británicos rodar por Brands Hatch, Oulton Park, Knockhill, Thruxton, Cadwell... pero me aburre verlos en pistas tradicionales, ya he visto docenas de carreras en Donington Park, Assen y Silverstone. Cuando los veo en uno de sus rincones casi exclusivos es como si viera otro deporte o me hubiera trasladado a otro período pero conforme sube la valoración FIM de la pista la sensación pasa a ser de que estoy presenciando un partido de fútbol de Segunda B, no puedo dejar de pensar que si apareciera un piloto top5 de MotoGp o WSBK les dejaría en ridículo, no puedo evitarlo.
En realidad este problema con las pistas no es exclusivo a BSB y MotoAmerica, lo tengo también con WSBK. Disfrutaba más del Mundial de Superbikes cuando iban a pistas raras como Sugo, Sentul o el propio Brands Hatch. En MotoAmerica sólo visitan tres pistas típicas: CotA, Laguna Seca y el anteriormente conocido como Miller Motorsports Park pero también tengo problemas con Barber y su mal diseño... aunque es infinitamente mejor que Chang. Os invito seriamente a ver correr a los americanos por Road Atlanta, Virginia International Raceway y Road America pero hay que ser muy muy fan para ver a un puñado de pilotos que tendrían problemas para puntuar en WSBK dar vueltas a Laguna Seca.
El problema no acaba en las pistas, no son el único feo que me frena. El siguiente repelente es un arma de doble filo que amo y odio a la vez: el reglamento. Me gustaría que todos los campeonatos de superbikes del mundo, desde el mundial a los regionales, compartieran el libro de normas pero eso me hace ver la falta de calidad. Por un lado podríamos ver muchos wildcards en casi todas las rondas de WSBK, me encantaría volver a ver 40 inscritos como en los años ochenta, era de locos pensar que en una parrilla había más de 6000 caballos esperando la luz. También es cierto que el BSB y el AMA Superbike me parecían más bonitos cuando no seguían las normas, parecían algo distinto. Mientras que en Europa las Ducatis mandaban como si fuera una dictadura, en USA Honda, Yamaha y Suzuki cruzaban golpes talonario a talonario, había pelea.
El último aspecto que no me convence de MotoAmerica y British Superbike es el apoyo de fábrica. Esto afecta sobretodo a los yanquis, donde sólo hay cuatro motos oficiales y eso hace que salvo lluvia o accidente múltiple sólo cuatro pilotos tengan opciones a ganar. En las islas la situación es distinta, hay bastantes motos que parecen tener apoyo de fábrica o casi pero no es del todo cierto. Los rendimientos de las máquinas no se corresponden con WSBK. Hay marcas que aportan dinero pero es obvio que el equipo en sí no tiene el material bueno y con eso llegamos a ver situaciones que no parecen tener sentido, con motos semi-oficiales obliterando monturas supuestamente superiores, un juego de apariencias que sólo hace que ciertas marcas empeoren su imagen y el aficionado necesite información para entender por qué cierta moto no corre en Inglaterra pero vuela en el tour intercontinental.
Por otro lado sí hay algo que me engancha en muchas ocasiones: el formato. Hay (o había) normas y situaciones únicas a ambos lados del charco. ¿Cuarenta y cinco segundos por vuelta? OK. ¿Safety car para no sacar bandera roja? Trato hecho. ¿Pitstops en situación de seco? Lo tienes. Hay que ser un aficionado muy casual para no disfrutar de esas bolas con efecto, de esas imágenes que no parecen corresponder pero a su vez mejoran la experiencia. Mentiría si dijera que no quiero nada de eso en MotoGp o WSBK pero, al igual que con los reglamentos, eso haría que dos de los mejores campeonatos nacionales de velocidad perderían un poco de ese encanto que me enamora de forma intermitente.
Entiendo a la gente que ve MotoAmerica y/o British Superbike bajo cualquier circunstancia aunque no sean norteamericanos o británicos. "Fútbol es fútbol", que dicen. Hay atractivos, hay detalles que son irresistibles, he visto gente pasar por el salón donde estaba viendo BSB y pararse pese a no conocer la pista o los pilotos sólo porque la diferencia con los grandes campeonatos internacionales a veces es enorme. Dadles una oportunidad, tanto a MotoAmerica como al nacional británico, hay carreras muy buenas, hay imágenes hasta difíciles de creer, y si eres realmente aficionado a las motos seguro que lo acabarás siguiendo... aunque sólo sea a ratos.
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