Desde la aparición de la crisis económica son muchos los pilotos y equipos que se han visto en la obligación de marcharse de MotoGP, puesto que no contaban con el presupuesto suficiente para garantizar su presencia en la categoría reina y evolucionar su montura con el fin de poder competir en buenas condiciones. Este es el caso de Suzuki, que tuvieron que dejar la competición con la intención de regresar a la categoría en cuanto pudieran recuperar la inversión de las últimas temporadas.
El equipo japonés regresaba hace tres años a la categoría reina, su objetivo estaba claro: volver a luchar por el título mundial. A lo largo de la historia han pasado por sus filas pilotos que marcaron un antes y un después en su trayectoria en la competición, como Barry Sheene, Randy Mamola, Franco Uncini, Kevin Schwantz, Alex Barros, Kenny Roberts Jr., Sete Gibernau, Loris Capirossi o Álvaro Bautista, que consiguieron estar compitiendo por las posiciones de cabeza en más de una ocasión e incluso, lograron hacerse con el título.En todo este tiempo que han estado fuera del gran circo, los de Hanamatsu no perdieron el tiempo. Desde que tuvieron claro que volverían a la competición se pusieron manos a la obra en preparar una montura que tuviera buena manejabilidad y sobre todo, con un buen motor, cosa que no fue así desde el principio, ya que tuvieron que seguir evolucionándolo con el paso de los días.
Pero como todo ciclo tiene sus momentos buenos y sus momentos malos, pero sobre todo existen los del cambio. Los de Suzuki comenzaron su nueva andadura con Aleix Espargaró y Maverick Viñales, con quienes lograron su primera victoria, su primer podio y su primera pole position, pero sobre todo, llevaron de nuevo el nombre de la marca a las posiciones de cabeza. En 2017 estrenarán alineación, con la finalidad de poder seguir evolucionando la montura y continuando con una estrategia que le ha dado grandes éxitos: tener un piloto con experiencia en la categoría y un piloto novato.
Iannone sorprende con su adaptación
El piloto italiano, que las últimas temporadas ha estado compitiendo con Ducati, se ha centrado en ponerse a prueba en el gimnasio para poder estar rodando al máximo nivel en los test de pretemporada. Todo con el objetivo de adaptarse lo más rápido posible a una montura que es totalmente distinta a la Desmosedici GP16.
Andrea Iannone se ha centrado en probar las mejoras que traía el equipo a los test de Sepang, en los que sobre todo, se ha centrado en encontrar las diferencias entre la montura del pasado año y la del presente.
Por otra parte, también ha probado importantes novedades en la parte delantera de la montura y en alargar la vida útil de los neumáticos para así, poder aguantar el máximo de giros posibles en carrera, manteniendo el ritmo de carrera desde el principio.
El 29 fue uno de los pilotos que dio más giros sobre el trazado de Sepang, con un total de 133 vueltas, centrando todo su trabajo en realizar simulacros de carrera, dando un total de 46 giros entre el 2.00 y el 2.01, que pese a ver como la lluvia reducía mucho su programa de trabajo ha podido sacar el mayor partido posible a las piezas probadas.
Rins evoluciona favorablemente
Tenía que arriesgarse y lo hizo. Quería cerrar una etapa en la categoría intermedia de Moto2 con el equipo de Sito Pons, en la que pudo estar batallando por el título pero no pudo ser posible, puesto que las ansias de victoria que mostraba en cada momento se traducían en caídas o lesiones.
Pese a eso, el español tiene muy claro que debe de marcar un antes y un después respecto el pasado. Por ello, se ha puesto a trabajar y a prepararse para llegar de la mejor forma física posible a los test de Sepang, puesto que cabe recordar que el catalán se lesionó en los test de Valencia, tras sufrir una caída.
El piloto que lleva el dorsal 42 en los test de Sepang tenía que seguir trabajando en su proceso de adaptación a la categoría reina, por lo que lo esencial era conseguir que su nivel de confianza con la GSX-RR siguiera incrementándose. Pero tenía que probar las piezas nuevas que el equipo le traía a esas pruebas, como son las suspensiones. Por otra parte, veía necesario incrementar la velocidad de su paso por curva, siendo esto una parte esencial para poder seguir avanzando en su adaptación.
Por último,Alex Rins, dio varias vueltas más que su compañero de equipo, siendo estas un total de 148. En las tres jornadas de test, fue bajando sus cronos poco a poco, pero eso sí, sin arriesgar más de la cuenta. El español, igual que sucediera como con su compañero de equipo, se centró en hacer simulaciones de carrera, por lo que dio mayor parte de sus giros marcando cronos entorno al 2.01 y el 2.02.
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