Hace un año Tito Rabat atravesaba el momento más duro de su trayectoria deportiva. Una caída en el cuarto libre del GP de Gran Bretaña en 2018, le costaría muy caro al catalán. Con la pierna rota en numerosas secciones, la carrera de Tito Rabat daría un giro de 180º. Ante esta situación y frente a una lenta recuperación por parte del piloto catalán, muchas dudas suscitaron respecto a su futuro en la categoría reina. Sin embargo, a Tito Rabat le sobraron meses para volver al asfalto, donde, reconoce, se encontraba su presente y futuro.
De esta manera, Raúl Romero depositó toda confianza en su piloto y así actualizaron su contrato con Reale Avintia durante dos años más. Después de la primera mitad de temporada, Tito lo tiene claro. "Mi temporada no está siendo nada buena. Vengo de una lesión muy grave, que aún te levantas por la mañana y siempre duele. El 90 por ciento se habría ido a casa, con la edad, lo que has hecho y tal, dirían: 'Hasta aquí hemos llegado'. Lo hemos conseguido remontar. Al principio de temporada, pilotaba mal, muy mal. Siempre ha habido una inquietud ahí de decir: '¿llegaré a ir como antes? ¿No voy? También al tiempo de arriesgar, tu subconsciente dice: '¿Ahora vale la pena? Si ahora me duele, si me caigo...'. Aunque no quieras, la cabeza va diferente. En las últimas carreras, iba cada día un poquito mejor", comentaba el catalán en una entrevista para MARCA.Tito Rabat multiplica la incertidumbre al confesar que pasó por quirófano en secreto en más de una ocasión. "Llevo dos operaciones sin decir nada este año durante la temporada. Antes de Assen me dolía muchísimo porque me operé y se me inflamó el tendón. Me quitaron unos tornillos e iba fatal otra vez. Se me desinflamó y en Alemania fue la primera carrera en la que disfruté otra vez. Estuve a punto de caerme en la bajada y en vez de decir: 'Hostias' decía: 'Venga, más'. Había un poco de angustia y se despejó un poco en esa carrera y otro con la renovación. Ha costado, pero se ha despejado", aseguraba. Pese a las adversidades que el accidente de 2018 le ha impuesto, Tito reconoce que es feliz de seguir en la categoría reina, y que al final del día, las emociones compensan. "¿Por qué no me he ido? Porque este es mi sueño desde pequeño, es por lo que vivo y vamos a luchar aquí a muerte. Cuando llevas cinco o seis meses y aún no puedes andar, claro que te planteas irte, pero no. Si salimos de esta, ya no nos matan. Pero hay que salir primero", admitía.
Sin embargo, muchas fábricas han fijado sus miradas en el catalán, entre ellas, el garaje de Kawasaki en Superbike. Por el momento, Tito Rabat hace caso omiso a las invitaciones de dejar MotoGP, priorizando su permanencia en el Mundial. "MotoGP es como Primera División, es donde todo el mundo quiere llegar. Nunca se sabe, pero donde quiero estar es aquí, aunque tuve ofertas", asegura. Sin embargo reconoce que sus objetivos han cambiado desde hace unos meses, muy lejos de coronarse campeón o alcanzar el título mundial. "El objetivo deportivo es esta temporada confirmar lo de Alemania porque nos lo merecemos y porque podemos. Yo le ofrezco al equipo ser un piloto trabajador, constante, con ganas. Y ellos me ofrecen ser un equipo muy mejorado, muy profesional y competitivo. Después, estar ahí, entre los 10 primeros, evidentemente no estaremos para ganar. De cara a los siguientes años, mejorar todo más, crecer para estar aquí bien", zanjaría.
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