La temporada 2018 está siendo más complicada de lo previsto para Valentino Rossi. El piloto italiano no encuentra la puesta a punto que espera en su montura y ha tenido que ingeniárselas en más de una carrera para poder finalizar dentro de la zona de puntos. En el pasado Gran Premio de Aragón consiguió dar un paso hacia adelante con su montura y encontrar una buena configuración.
En esta ocasión el Mundial viaja a un trazado desconocido relativamente. Pese a rodar en él en los test invernales, todavía no se ha disputada ninguna carrera. Por ello, los pilotos y equipos se muestran cautos. Este es el caso de Movistar Yamaha MotoGP. El equipo oficial de la firma de los diapasones reconoce que los datos recopilados de la pretemporada es probable que no les sean de utilidad. En aquella ocasión la climatología era distinta a la actual, el trazado está más engomado y la M1 está en otro momento de la evolución de dicha montura.El piloto italiano se muestra motivado para la gira asiática, que este año estará compuesta de cuatro citas en el mes de octubre. Sin embargo, Rossi reconoce que el trazado de Buriram es especialmente de su agrado: "Después de tantas carreras europeas, es hora de ir a Tailandia. Hicimos una prueba de pretemporada allí en febrero. Buriram no es uno de mis circuitos favoritos, pero será otro fin de semana importante para mejorar nuestra moto y una buena oportunidad para conocer a los aficionados asiáticos, que sienten una fuerte pasión por MotoGP."
Rossi ha confirmado que pese a ser un trazado que no se adapta bien a su estilo de pilotaje y ser un tanto complicado para la M1, hará todo lo posible para finalizar en la zona de puntos y estar más cerca todavía de las posiciones de podio. Por ello, será esencial encontrar una buena puesta a punto desde el inicio del Gran Premio de Tailandia: " Como siempre, haremos todo lo posible para que sea un buen fin de semana de carrera. Mi objetivo es volver a la lucha por el podio y obtener buenos resultados".
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