Valentino Rossi comenzaba un domingo favorable en el garaje de Yamaha. Con una significativa superioridad respecto a otras escuadras, la fábrica japonesa protagonizaba la parrilla de salida del Gran Premio de Malasia. Esta situación podría ser el final del lastre que acompañó a los pilotos durante la primera mitad de temporada, que, debido a incógnitas incontestables, no terminaba de brindar a Rossi y Viñales la oportunidad para salir a luchar por el éxito en pista.
Si bien la victoria quedó en manos de su compañero de equipo, Valentino Rossi asegura experimentar una clara mejora de la M1 en términos generales. "Llegamos de dos años en los que en Yamaha había mucha confusión, no se sabía qué dirección seguir. Tratando de ir más rápido en recta, resultaba que íbamos más lentos. Estoy de acuerdo en que la diferencia de potencia con las demás es más grande que nunca. La Yamaha no será nunca tan rápida en recta como la Ducati", reconoció Valentino Rossi. Sin embargo, el italiano consiguió plantar cara a pilotos como Alex Rins y Andrea Dovizioso, y acarició el podio por delante del, hasta hoy imbatible, Fabio Quartararo.Rozando el podio malasio a golpe de récord (1.59.661), Valentino Rossi abandona Sepang motivado y con ganas de volver a pelear por el objetivo en Valencia. "Estoy contento porque fue una buena carrera y tuvimos ritmo. Por desgracia no pude batir a Dovizioso y subir al podio, pero hice la vuelta rápida y el récord de la pista. En las curvas iba mejor que Dovi, pero en aceleración él me superaba. Dovi en frenada iba muy rápido. Lo di todo, porque evidentemente subir al podio era una gran recompensa", expresaba en declaraciones recogidas en Motorsport.com. "Los problemas de degradación de la goma fueron mejor. Estoy contento de haber ido rápido también desde el punto de vista físico, porque esta es, sin duda, la carrera más exigente", zanjó el #46 tras concluir la prueba.
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