Dado que el asfalto del circuito Ricardo Tormo ha sido renovado y ofrece un agarre diferente al de años anteriores, los pilotos tendrán que analizar el funcionamiento de sus Desmosedici y prepararse cuidadosamente para una carrera que, en el caso de Rossi, constituye el final de una etapa de dos años con la firma de Borgo Panigale.
Será la última vez que podamos ver a Rossi con los colores rojos de Ducati y por lo tanto será una carrera especial para el italiano: "Valencia no es realmente uno de los circuitos que me guste más, pero está en España y allí el ambiente es siempre excelente. Este es un circuito muy estrecho para las MotoGP y por tanto bastante difícil. Hay muchas curvas a izquierda y yo por lo general prefiero cuando se gira a la derecha. La pista ha sido reasfaltada y deberíamos ver una mejora en lo tocante al agarre y a los baches. Será un fin de semana un poco extraño que podría ser difícil por varias razones, pero vamos a hacerlo lo mejor posible".
Distintas sensaciones
Sin embargo, a Nicky Hayden la pequeña pista situada a las afueras de Valencia, más concretamente en Cheste, si le gusta: "Valencia es un circuito y una carrera que me encanta. Ésta es la última carrera del año, el ambiente es siempre genial y todo el mundo está un poco más motivado. La pista ha sido reasfaltada desde la última vez que estuvimos allí y era algo realmente necesario. Vamos a ver cómo nos va allí, los nuevos recubrimientos son generalmente muy abrasivos para los neumáticos".
"Deberemos controlar no sólo el desgaste del neumático en el lado izquierdo sino también asegurarnos de que el lado derecho mantiene la temperatura. Nuestra moto se adapta mejor a trazados más fluidos. También deberemos intentar progresar a lo largo del fin de semana, algo que no conseguimos en las dos últimas carreras. Todo el equipo ha trabajado duro todo el año y tengo muchas ganas de terminar la temporada ofreciéndoles una buena carrera" finalizó Nicky Hayden.
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