Valentino Rossi afrontará con dudas este fin de semana el Gran Premio de Francia. Esta carrera es clave para ver si Yamaha puede dar un salto de calidad, ya que históricamente la marca de los diapasones tienen un gran historial en el circuito francés. Aunque no gana desde hace 10 años, tiene como referencia que los últimos tres, su compañero de equipo ha vencido. Jorge Lorenzo en 2015 y 2016, y Maverick Viñales el año pasado.
A pesar de eso y de irse al suelo cuando le peleaba la victoria a 'Mack', el 9 veces campeón del mundo porque cree que en Le Mans pueden ir bien. "Estoy contento de que viajemos a Francia, porque sobre el papel deberíamos ser rápidos en Le Mans, porque en general, la M1 funciona bien allí".
Rossi encara con indecisión una carrera que seguro no será fácil. La temporada empezó bien en Qatar, pero como el año pasado, parece que fue un espejismo de lo que luego vino por delante. "Creo que por el momento la situación es difícil de predecir, porque nuestros rivales están muy fuertes, así que ya veremos cuál será nuestro potencial", declara.
A despejar dudas
Ahora se encuentra sexto clasificado en la general con 40 puntos, a 30 del líder Marc Márquez. Los últimos 11 los consiguió en Jerez, donde solo pudo ser quinto a pesar de la triple caída de Andrea Dovizioso, Lorenzo y Dani Pedrosa. A 'Vale' no se le vio en ningún momento en puestos cabeceros, con Ducati y sobretodo con Honda, y espera reducir distancias con las dos marcas. "Espero ser un poco más competitivo en comparación con el anterior fin de semana en Jerez, pero no sé dónde estamos en comparación con las otras motos aún, así que será interesante averiguarlo".
Aunque pasan por su peor momento en la categoría reina desde el 2003 en el que pasaron 18 carreras sin ganar (Biaggi Sepang 2002 - Rossi Welkom 2004), el y su equipo seguirán trabajando para voltear la situación: "por supuesto, mi equipo y yo haremos nuestro mejor esfuerzo, como siempre, para que sea un buen fin de semana de carrera", zanjó.
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