Por ello,el experimentado piloto italiano explotó ante las preguntas de los periodistas horas después de finalizar el Gran Premio de Catar y con pocos pelos en la lengua, todo hay que decirlo, el piloto italiano declaró: "Las esperanzas las acabamos el pasado año. Tras el adelantamiento de Barberá he pensado en acabar la carrera y volver al box, no lo he hecho por respeto a mis mecánicos, para recoger datos útiles" sentenció Valentino pensando sólo en los mecánicos que se llevó consigo de Yamaha.
Pero el italiano no terminó ahí: "En Ducati no han seguido el camino que yo les indiqué, yo no soy ingeniero y no puedo resolver los problemas. No consigo pilotar bien, voy más fuerte con la goma usada que con la nueva. La rueda trasera empuja mucho, la cosa mejora un poco cuando los neumáticos empiezan a derrapar. No me da confianza, no puedo ni mantener el ritmo de Nicky e incluso dando lo mejor de sí he terminado a 28 segundos de Stoner".
Impotencia en estado puro
Valentino, se siente impotente ante esta situación que está viviendo en Ducati. De hecho, los rumores de una ruptura empiezan a ondear en el horizonte: "Son siempre los mismos problemas, como siempre son las mismas mis peticiones. La moto es inconducible, cambia poco en que pista estés, no consigo meterla en la curva ni frenar más tarde y no podemos esperar que cambie todo con los nuevos neumáticos que traerá Bridgestone. No son defectos que se puedan resolver sólo con la regulación".
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