Cara y cruz en el Movistar Yamaha. Mientras que Maverick Viñales ha reinado con puño de hierro todos los test que han formado parte de la pretemporada 2017 de MotoGP. A sabiendas además de que Viñales es "el nuevo" en el garaje de la marca de Iwata, la preocupación ronronea aún con más fiereza en el otro lado del box.
Valentino Rossi no está contento con este último test en Qatar y no es para menos. Parecía que el agua volvía a su cauce durante el segundo día de test en Losail, en el que terminó siendo el segundo piloto más rápido por detrás de Maverick, pero las buenas sensaciones se transformaron en un espejismo de dudas y problemas constantes sin resolver en la última jornada de test (11º, 6º en la combinada de los tres días).No sólo se trata de Qatar, tampoco en Malasia ni en Australia Valentino estuvo al 100% aunque sus cronos fueron mejores. Rossi reclama ayuda a los ancestros para encontrar esa puesta a punto ansiada antes de la primera carrera de la temporada 2017, el próximo GP de Qatar del 26 de marzo.
"Aún no hemos conseguido saber qué hay que hacer para que la Yamaha sea competitiva. Hay veces que vamos mejor, pero hay otros días que, como hoy, sufrimos mucho. Ahora repasaremos los datos, hablaremos e intentaremos buscar una solución. No sé dónde está la solución, espero que en dos semanas necesitamos que ocurra un milagro y encontremos la forma de ir rápido. Aún no hemos entendido cómo hacer que la moto sea competitiva. Tenemos problemas".
En el lado amarillo del Movistar Yamaha están perdidos y por mucho que prueban no parece funcionar nada o incluso lo que cambian va a peor de lo anterior. Sin embargo, parece que queda descartado, en un principio, volver a la M1 del año pasado por un motivo clarísimo, tal y como argumenta el propio Valentino: "Lo hemos estudiado pero estamos preocupados por la degradación de las gomas. Es verdad que Folger logra ir rápido tanto a una vuelta como ritmo, pero creo que ahora no tiene sentido por el poco tiempo que tenemos".
Tratándose de Rossi no sería la primera vez (ni la última) que Valentino logra encontrar la luz el mismo domingo de carrera cuando ya todo parece perdido. Esos milagrosos Warm Up que dan con la tecla tras horas de intenso trabajo el sábado por la noche encerrado en el box con todo su equipo técnico.
Cierto es que, por otro lado, estas palabras que pueden interpretarse como un grito de socorro quieran decirnos totalmente lo contrario y que realmente El Doctor se esté guardando un as en la manga, ya que las risas mientras decía estas palabras pueden llegar a confundir su verdadero significado. Sea como fuere, algo no acaba de cuadrar en la M1 de Valentino. Y si durante los entrenamientos y clasificación anterior a la carrera del GP de Qatar esto sigue así, sólo cabe esperar a que los astros se alineen para echar una mano a Rossi por enésima vez.
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