Valentino Rossi, tras rodar incansablemente a lo largo del trazado valenciano con su nueva Ducati, ha confesado sus impresiones sobre la flamante montura de 1000cc. Y por ahora, considera que necesita un montón de trabajo más, a desarrollar durante todo el invierno, antes del comienzo de la temporada 2012. En todo caso, reconoce sentirse optimista acerca de sus posibilidades, a la vez que cauto.
El equipo, durante los dos últimos días, en Valencia, ha estrenado piezas nuevas. La más llamativa, para los especialistas en la materia, y analistas trasladados hasta el circuito para cubrir los tests, fue la revisada y renovada parte trasera de la Ducati, que dejaba entrever piezas de aluminio del chasis, que no estaban presentes en los primeros prototipos. Sin embargo, Rossi sigue mostrándose prudente con el chasis, y considera que el trabajo aún sigue en progreso, lejos de ser dado por concluido. El motor, en cambio, le satisface, y le hace sentir muy optimista.
En el buen camino
El italiano declaró que: "Han sido dos días muy importantes, porque necesitábamos recopilar un montón de información, de cara al trabajo de los próximos meses, que serán cruciales [...] Los elementos positivos de la moto son, ciertamente, el motor, que me encanta, y el hecho de que se maneja bastante mejor que el modelo anterior. Definitivamente, es más divertida de pilotar, porque puedes ir de un lado a otro más fácilmente. El chasis no está mal, pero necesita más trabajo. Tenemos que mejorar también la frenada, porque necesito frenar más fuerte y más tarde, así como una mejora en la tracción a la hora de abrir gas. Filippo [Preziosi] tiene muchas ideas, y ahora es el momento de ponerlas en práctica, antes de que lleguen los tests del próximo año".
El equipo Ducati, como novedad en Valencia, puso en pista al piloto de pruebas Franco Battaini, dado que Nicky Hayden se lesionó en la carrera del domingo, la última de la temporada, no pudiendo disputar las jornadas de tests.
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