Empezando por lo más obvio, la norma Anti Rookie ha sido anulada. Muchos intereses confluían en esta norma y por decisión prácticamente unánime se ha eliminado. Cabe destacar que el entorno de Honda y de Marc Márquez ha sido contra todo pronóstico el sector que menos ha presionado para acabar con la norma y que precisamente los equipos satélite, estructura que era en teoría defendida por dicha norma, con Lucio Cecchinello y Gresini a la cabeza han querido acabar con esta norma que en el fondo provocaba hacer de niñera por una sola temporada con los jóvenes pilotos.
Parece que a partir de ese momento, las cosas estuvieron en más desacuerdo entre todas las partes y la norma de utilizar una única moto por piloto en MotoGP no ha gustado nada entre los fabricantes. La utilización de discos metálicos en vez de los ya utilizados por carbono tampoco ha sido una propuesta bien aceptada pero tanto Brembo como Nissin se han comprometido a recudir los previos de los kits de carbono.
Precisamente a cambio de la norma de moto única por piloto, los equipos podrían haber aceptado que los equipos oficiales y satélite como máximo tengan dos pilotos por estructura. Además, los motores han sido congelados parara las motos de fábrica lo que hasta 2014 significará sufrimiento para Ducati y posibilidad de acercar rendimiento por parte de las monturas CRT.
No han pasado la criba
Las normas que han sido tajantemente rechazadas han sido la centralita única y la limitación de las revoluciones máximas. Mientras que los equipos han aceptado una limitación en el número de cambios permitidos para cada motor, estas dos medidas han sido rechazadas en plenitud, puesto que la electrónica es parte del secreto del éxito de las principales marcas de MotoGP.
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