Completado el primer tercio del calendario del Mundial de MotoGP, la competición aterriza en el Circuit de Barcelona-Catalunya para disputar un año más el Gran Premio de Catalunya. Un circuito que peligra de cara a las próximas temporadas debido a sus problemas económicos y del que todavía no se conoce su futuro. Por el momento, este año si se llevará a cabo una nueva prueba que llega tras la primera victoria de Danilo Petrucci en la categoría reina, dando la segunda de la temporada a Ducati, tras el triunfo de su compañero de box en Qatar a principio de año en marzo. Por otro lado, Marc Márquez, llega como líder del mundial un año más con 115 puntos, doce más que su principal perseguidor, Andrea Dovizioso. A 27 puntos del de Cervera está Álex Rins, completando su mejor temporada hasta el momento con Suzuki.
El Circuito de Barcelona se inauguró en septiembre de 1991 y tan sólo unos días más tarde acogió el primer Gran Premio de Fórmula 1, que ha seguido hasta este mismo año. Un año más tarde, en 1992, tuvo lugar la primera prueba de motociclismo, conocido en aquel entonces como Gran Premio de Europa. Se conoció bajo ese nombre durante unos años pero ya en 1995, pasó a denominarse tal y como lo conocemos hoy en día: Gran Premio de Catalunya. Esta cita es la segunda en calendario que se celebra en España y surgió en sustitución del mítico circuito urbano de Montjuic, celebrada en una de las colinas más famosas de la ciudad, ubicada a 20 km del trazado.El Circuito de Barcelona-Catalunya tiene una longitud de 4.6 km, con un total de 14 curvas, seis a la izquierda y ocho a la derecha. Su recta más larga mide 1047 metros y tiene una anchura de 12 metros. Un trazado que, con los años, ha sido beneficioso tanto para Yamaha como para Ducati, siendo un lugar donde la Honda, y en especial Marc Márquez, no están acostumbrados a ganar. De hecho, es una de las paradas del calendario que el de Cervera tiene marcado en rojo, al igual que Mugello, gran premio en el que pudo firmar un positivo segundo lugar. En Montmeló, el español intentará buscar su mejor ritmo, sin dar opciones a la marca de Bogno Panigale con los que hace dos semanas se enzarzó en una complicada y fuerte lucha por la victoria. Desde 2014, Márquez no sabe qué es subir a lo más alto del podio de Montmeló. Similar pasa con Valentino Rossi, el piloto con más victorias en este trazado, quien le quitó las opciones de triunfo al #93 en 2016.
El trazado barcelonés se caracteriza por ser muy técnico, con zonas muy rápidas y curvas muy cerradas. Un circuito donde la durabilidad y la gestión de los neumáticos es esencial, especialmente al pasar gran parte de la curva tumbado. También es un gran premio muy propicio a los adelantamientos y las carreras en grupo, otro punto a considerar para no perderse la cita de este fin de semana, con Ducati y Honda muy igualados. El agarre, teniendo en cuenta la temperatura de la pista, será fundamental para hacer una buena carrera este domingo.
La vuelta al circuito comienza con las dos primeras curvas en zigzag, una zona donde los pilotos se acumulan tras el final de recta de salida, una zona en la que los toques y salidas de pista son habituales. La 3, el curvone Renault, es el giro más rápido del trazado, muy abierta y alcanzando velocidades, siendo muy larga hasta llegar a la 4 -curva Repsol- con una fuerte frenada y buscando una buena salida. La 5 llegada tras una bajada, buscando frenar lo más tarde posible para ganar tiempo, es una curva cerrada y lenta de izquierdas, un buen punto del circuito para adelantar.
Tras ello vienen las curvas 6, 7 y 8, todas encadenadas. Se aceleraba a fondo en una suave curva de izquierdas llegando a la frenada de la 7, también de izquierdas, donde se tiene que girar muy rápido. De allí llegamos a la 9, la curva Campsa, una de las más famosas del circuito, otra curva muy rápida para los pilotos y de la que se tiene que salir de la mejor manera, buscando la mejor trazada para la pequeña recta que viene después y buscando una frenada perfecta para entrar en la 10, conocida como La Caixa. Es la curva más cerrada del circuito, un punto donde los adelantamientos son muy comunes. Después llega la zona más lenta del circuito, en subida, con las curvas 11 y 12, curva Sabadell.
De seguido viene la curva 13, un giro que se ha modificado hace poco, ampliando la escapatoria tras el fatídico accidente de Luis Salom hace ya tres años, saliendo de esta hay una breve recta hasta llegar a la última, la curva 14, un giro de derechas donde se pueden decir las carreras y un punto donde Marc Márquez nos dejó el año pasado una de las mejores salvadas que hemos podido ver en sus habituales recitales.
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