El Campeonato del Mundo no se detiene y, tras volver de vacaciones en la República Checa, se traslada a la vecina Austria para disputar la 11ª cita de la temporada. Con un mundial cada vez más decidido a favor del vigente campeón, el Red Bull Ring de Spielberg acogerá la segunda parte del doblete centroeuropeo. Esta será la cuarta edición del Gran Premio von Österreich, después de su regreso al calendario en 2016.
El trazado austriaco resulta corto, rápido y desnivelado (con una diferencia máxima de 65 metros), favoreciendo especialmente a las Ducati. De hecho, solamente la fábrica italiana sabe lo que es ganar en Spielberg en el siglo XXI, con la Honda de Marc Márquez como principal oposición. El circuito cuenta con 4,3 km de longitud, en los cuales tan solo alberga diez curvas (tres de izquierda y siete de derecha). Aunque son muchas las rectas en las cuales llegan a engranar sexta, los rectilíneos son más bien cortos, con una longitud máxima de 626 metros.
Los pilotos engranan la sexta velocidad para afrontar la subida de final de recta, en la cual reducen a segunda para afrontar la primera curva. A su salida, vuelven a tener una serpenteante (donde encontramos el leve vértice dos) recta, donde suben a sexta para volver a bajar a segunda y pasar por la curva tres. Una vez más se repite el mismo modelo, con una recta de sexta velocidad entre las curvas tres y cuatro, la cual se traza en segunda. Sin llegar a levantar la moto de todo, suben a cuarta para pasar por la curva cinco.
Hasta el momento, todos los vértices han sido de derechas (menos la suave curva dos). Es entonces cuando cambian de dirección y bajan una marcha para pasar por las amplias curvas seis y siete. A la salida de la siete suben a cuarta y realizan un rápido cambio de dirección, subiendo a quinta tras pasar por la curva ocho. Al remate de esta breve recta, reducen a tercera para trazar la curva nueve, y de nuevo vuelven a bajar una marcha, pasando en segunda por la décima y última curva.
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