Fabio Quartararo está siendo, con diferencia, la mejor Yamaha del año. El joven piloto francés marcha, tras cinco Grandes Premios, al frente de la clasificación general con 22 puntos de ventaja sobre Maverick Viñales, segundo piloto de la marca con más puntos. En su temporada de debut en la categoría reina, 'El Diablo' ya se marchó de Valencia como la segunda mejor M1 de la general.
Este éxito a lomos de la Yamaha se ha venido achacando a su estilo de pilotaje; un estilo de llevar la M1 muy similar al de Jorge Lorenzo. Las similitudes entre ambos pilotos son asombrosas, y en Jerez pudimos ver la demostración definitiva: Quartararo lideró ambas pruebas de principio a fin, marchándose en solitario y ganando a golpe de ritmo (a golpe de 'martillo', como se hubiera dicho hace diez temporadas).
Su jefe, Wilco Zeelenberg, también encuentra grandes similitudes entre Lorenzo y Quartararo. "Jorge Lorenzo creó el estilo 'mantequilla', con el cual tienes que pilotar de forma bastante suave", comenta ante los micrófonos de MotoGP.com. "Desde fuera, no parece que vayan tan rápido, pero no cometen ningún error. Con Fabio sucede un poco lo mismo. Jorge era capaz de ganar carreras, pero si cometía algún error en alguna curva después se mostraba algo enfadado consigo mismo; él quería ser muy preciso, valiéndose del 'martillo' para conseguir un tiempo de vuelta bajo y mantener un ritmo de carrera muy competitivo". "Pienso que esto es lo que hizo Fabio en Jerez", añade.
Quién mejor que Zeelenberg, que trabajó con ambos pilotos, para tratar de encontrar ya no las similitudes, bastante evidentes, sino las diferencias entre los dos hombres de Yamaha: "Diría que la principal diferencia entre ambos pilotos es que Jorge era más introvertido, se concentraba en sus cosas, mientras que Fabio es muy extrovertido, y no deja que nada le distraiga o le haga perder la concentración". Mientras que Jorge se recluía en "su propia burbuja", Fabio prefiere "bromear con el resto del equipo a estar demasiado serio", incluso en la parrilla de salida.
Todos estos factores son los que posicionan a Quartararo como el futuro de Yamaha. La marca nipona ya ha atado en corto al francés, y el año que viene subirá al equipo oficial con un contrato por dos años para sustituir al mismísimo Valentino Rossi.
Juan Martínez valora la situación que atraviesa Yamaha
Yamaha completó un inicio de temporada un tanto agridulce. Si bien Fabio Quartararo se llevó las dos carreras de Jerez, Rossi y Morbidelli tuvieron que abandonar en carrera por problemas mecánicos. En los boxes de la fábrica japonesa rápidamente saltaron las alarmas, lo que hizo que revisaran los motores (sellados), llegando a mandar a Japón varias unidades; en pocas semanas, Yamaha supo identificar un fallo en las válvulas de varios de sus motores.
Sin embargo, los problemas no terminaron ahí. Con la llegada del campeonato a Centroeuropa (con una carrera en Brno y dos en el RedBull Ring) apareció un nuevo fallo en la marca de los diapasones cruzados: a los pilotos les cuesta parar la moto. Estas dificultades al echar el ancla se pudieron ver claramente en los Grandes Premios de Austria y Estiria; de hecho, Maverick Viñales tuvo que tirarse de la moto a más de 200 km/h al quedarse sin frenos a final de recta. A mayores, el piloto catalán reportó problemas con el embrague, el cual se sobrecalentó e hizo que perdiese muchas posiciones.
Juan Martínez, jefe técnico en los comienzos de la era MotoGP y comentarista de televisión, analizó en el podcast 'Cambia el Mapa' la situación que atraviesa Yamaha: "No solo Yamaha tuvo estos problemas [de frenos]. Es verdad que el más evidente fue Maverick y que fue uno de los pilotos que no adoptaron la solución que propuso Brembo del primer Gran Premio al segundo en Austria. Por lo que parece, después de las lecturas y el análisis hecho por Brembo después de la primera carrera, entendieron que todo estaba muy al límite y no tuvieron más problemas por el hecho de que la carrera se detuvo. Esto hace que para el segundo GP, que es a la semana siguiente, Brembo proponga unas pastillas diferentes, unas pastillas que llaman High Mass. Algunos de los pilotos que la probaron, el hecho de que la superficie de contacto fuese diferente con el disco, les cambiaba las sensaciones en la acción del freno. Por eso algunos pilotos se arriesgaron a no cambiar esas pastillas, como fue el caso de Maverick y Mir". De todas formas, Juan Martínez considera que estos problemas de frenado tienen más que ver con el circuito en cuestión, y no cree que vaya a darse esta situación en Misano.
En el podcast también se habló de los motores. "Si ellos tienen muy localizados cuáles son los componentes que pueden tener problemas y los que están bien, pues, seguramente, los que están bien los usas de cara al Warm Up y la carrera, con lo cual van muy, muy, muy justos, por no decir que creo que en alguna carrera saldrán del pitlane", explica Juan. Una de las soluciones de las que se habló en Austria fue de bajar el régimen máximo, algo que a ojos de Martínez puede conllevar una serie de convenientes: "Los motores que tienen las válvulas mal podrían utilizarse para los entrenamientos; entendiendo que aguantan todos los entrenamientos, y si eso te condiciona el modo de entrenar porque tienes que utilizar menos revoluciones. No es que el domingo automáticamente pongo 500 revoluciones y ya está, porque el cambio se modifica y hay una serie de inconvenientes, en el cálculo del consumo... No es que puedas hacer los cambios así porque sí".
La temporada se complica para Yamaha, a la cual le podría acabar 'pillando el toro' con el kilometraje de sus motores. Al salir de Jerez, con la baja de Marc Márquez y las dos victorias de Fabio, parecía que este campeonato iba a volver a la casa de los diapasones; sin embargo, tras cinco Grandes Premios, y con la clasificación general tremendamente apretada, parece que la campaña 2020 va a terminar siendo un martirio para las M1.
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