Los momentos claves para poder haber instalado el sistema saimless en la montura japonesa a lo largo de 2013 eran y son tres. El primero de ellos era en pretemporada, con grandes dosis de kilómetros para poder probar este sistema y sin embargo desde Yamaha aseguraron que seguían trabajando en el cambio saimless, pero en Japón. El sonido secuencial del motor de la Honda y el sonido detenido por el cambio -en un tiempo minúsculo, pero detenido- delataron a la marca que tiene por pilotos a Jorge Lorenzo y Valentino Rossi a lo largo de los test en Sepang, Jerez e incluso Austin.
El segundo gran momento para la prueba definitiva de Yamaha sobre el cambio saimless podría haber sido este mes de mayo con la disputa del test de Barcelona e incluso el test de Argentina. De hecho, todas las alarmas se dispararon en el momento en el que Yamaha decidió unirse al test privado que había montado Honda y Suzuki en MotorLand. Si la primera de las marcas quería poner a prueba la RC213V de 2014 y la segunda sigue inmersa en su programa de pruebas, ese repentino cambio de planes en Yamaha podía indicar que era el momento de poner a prueba el cambio saimless, algo que no fue el objetivo final. De nuevo el sonido en el cambio de la Yamaha M1 la delataba y MotorLand no fue testigo de la llegada de este invento que debe contrarrestar el poderío de Honda en esta faceta.
Ya es tarde
Si han seguido la cuenta, el tercer momento clave para poder insertar el cambio saimless podría ser el test de Misano que se celebra en septiembre, donde se podría probar antes de insertarlo en carrera, donde la fiabilidad debe ser máxima. Sin embargo, parece poco probable que Yamaha vaya a hacer un cambio tan importante en la parte más decisiva de la temporada, con todo en juego y habiendo superado la parte central del campeonato donde su moto será inferior en ciertos circuitos respecto a la RC213V. Por lo tanto, parece más que claro que el cambio saimless no llegará en Yamaha en 2013 ya que además la marca tendrá por entonces sus cinco motores ya desprecintados, lo que puede ser un movimiento arriesgado. A partir de aquí poco más se puede leer, salvo que quizá pueda ser probado en Misano y Valencia en los test post-GP, pero ya de cara a 2014.
Mientras todo esto sucede y el cambio no llega, tanto Jorge Lorenzo como Valentino Rossi se enfrentan a una de las partes más críticas de la temporada con circuitos donde históricamente o incluso recientemente Honda ha ido mejor que Yamaha. Sachsenring solo es un claro ejemplo de ello y ambos pilotos lo tendrán que afrontar sin el cambio saimless que iguale un poco las fuerzas. Por su parte, desde Yamaha al ser preguntados por este cambio solo juegan al despiste, a las respuestas ambiguas y al no dar plazos, directrices claras de los mandamases de la marca japonesa. Desde Yamaha quieren que la introducción del cambio saimless no tenga fisuras, pero quizá para ese momento Jorge Lorenzo pierda el campeonato de 2012, destino final de cualquier piloto.
Bien es cierto que mirado desde el otro lado este hecho no es más que la necesidad por parte de Yamaha de evitar riesgos mecánicos, de números de motores, de rendimiento y sobre todo de sus pilotos, porque cualquier problema en la caja de cambios o en el embrague puede terminar en caída. La tecnología sacada de la F1 con el intríngulis de evitar el doble embrague prohibido de 2008 llegará a Yamaha, pero jugando con el tema de los diapasones y la música, será a un ritmo piano.
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