Antes de confiar en el SIC Racing Team para gestionar el equipo privado de Yamaha, Tech 3 era el encargado de hacerlo. 18 años después de esa alianza con Yamaha, el equipo dirigido por Hervé Poncharal no ha querido renovar con los 'blues' y ha cogido con ganas un nuevo reto: seguir siendo una estructura satélite, pero esta vez de KTM, una de las marcas oficiales con concesiones y aún en desarrollo.
1999: el nacimiento de un gran proyecto
El último año de la década de los 90 se llevaba consigo diez temporadas de pura emoción, pero traía un proyecto joven: Yamaha y Tech 3 llegaban a un acuerdo, y empezaban por la categoría intermedia, por aquel entonces 250cc. Dos años más tarde se encaminaron en un ascenso de cilindrada, a 500cc. Shinya Nakano y Olivier Jacque fueron los encargados de pilotar para el equipo de origen francés.El japonés fue el mejor de ambos corredores, ya que al final de la temporada finalizó quinto, un buen comienzo en la clase reina para el equipo de Poncharal. Numerosos personajes pasaron por el equipo, pero sin duda 2012 fue la mejor temporada para Tech 3. Andrea Dovizioso subió al podio en 6 ocasiones, y por esto fue cuarto en la general cuando acabó el año, la mejor posición final para el satélite de Yamaha hasta la fecha.
Hasta ahora nadie ha podido superar la marca del italiano, pero sí intentar llegar a tales cifras. El que más se ha acercado ha sido Cal Crutchlow al año siguiente con una 5ª plaza, pero actualmente ni siquiera nadie ha igualado a Dovizioso. El que sí ha dado mucho que hablar en los dos últimos años ha sido Johann Zarco, otro de los grandes nombres de la estructura satelital.
2017 y 2018: al filo de la gloria
Tan sólo en su primer año en MotoGP, Zarco sorprendió verdaderamente por sus resultados. Ya en la primera carrera llegó a liderar, pero se cayó en el séptimo giro y se truncaron todas sus oportunidades. A pesar de ese suceso, no fue un mal año para el piloto procedente de Cannes, porque estuvo siempre en posiciones delanteras llegando incluso a subirse al podio en su GP de casa en el circuito de Le Mans frente a su público, en Malasia y por último en Valencia para cerrar la temporada de buena forma. Sus peores actuaciones fueron en Misano y Assen rozando la zona de puntos, pero en general, su temporada debut fue toda una revelación para el dos veces campeón del mundo de Moto2 terminando sexto en la clasificación con 174 puntos.
La pasada campaña se convirtió en una cuesta empinada reflejo de los problemas con Yamaha, así que Zarco fue de más a menos. Entre ambos años de su etapa en MotoGP suma cuatro pole position, y una de ellas fue en el gran premio de Qatar 2018. No obstante, finalizó octavo. Sin haber conseguido aún una victoria en la clase reina, cosechó tres podios más para su casillero en las pistas de Argentina, Jerez y de nuevo Malasia, un trazado que se le da bien y donde ganó tanto en 2015 como 2016. Johann acabó de nuevo sexto con 158 puntos.
Petronas Yamaha: salto de calidad
Hace meses se dio a conocer que Yamaha y Tech 3 romperían ese acuerdo después de casi dos décadas, por lo que el SIC Racing Team entró en juego. Además, el equipo patrocinado por el circuito de Malasia traía consigo un patrocinador fuerte como es Petronas, por lo que cogieron dos de las plazas limitadas en MotoGP. Uno de los asientos era para Franco Morbidelli, pero el otro no estaba claro, pues a la M1 satélite le salieron muchos novios: desde Dani Pedrosa pasando por Álvaro Bautista hasta Fabio Quartararo, el receptor final de la moto de la estructura privada.
En el caso de Morbidelli, ya tiene un año de experiencia en la máxima cilindrada, así que en teoría es el piloto 'top' del equipo. Aun así, su primera moto fue una Honda también satélite del Estrella Galicia 0,0 Marc VDS, nada comparado con su nueva compañera de viaje. Durante los entrenamientos de pretemporada no ha hecho malas actuaciones, quedando siempre en el top 10 y con buenas sensaciones, que es lo importante. Esto hace suponer que el italiano podrá luchar en la zona de puntos si es regular en las carreras.
Por otro lado está Quartararo, un 'rookie' que no ha tenido buenas etapas a lo largo de su trayectoria desde que llegó al mundial en 2015, pero que ya el año pasado dio varios destellos. Fue el ganador del GP de Catalunya en Moto2 la temporada pasada, y aunque la mayoría de gente opina que debería haberse quedado en la categoría intermedia y madurar algo más, el de Niza no se pudo resistir ante la oferta para ascender a la máxima cilindrada. Su pretemporada ha sido buena para un debutante, quedando segundo en los tiempos acumulados de los test de Qatar -sorprendiendo a todos- y demostrando que lleva bien la adaptación a su nueva moto y aprende de forma adecuada.
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