En la propia puerta de la factoría además de colocar pancartas enviando "amablemente" a casa a los visitantes de la firma austríaca, quemaron neumáticos y hasta colgaron un maniquí de la fachada, vestido de naranja, los colores corporativos de KTM.
Al parecer, los empleados no estarían demasiado de acuerdo que una compañía como KTM se hiciera con los activos de Gas Gas y Ossa, dados los antecedentes de la compra de Husqvarna, ahora filial de KTM y que tras pasar bajo control de la firma austríaca cesó todas sus operaciones en Italia, cerrando las factorías existentes de la marca.
Interés
Curiosamente, este hecho que sucedía esta semana, contradice las manifestaciones oficiales de la firma austríaca hace solo unos meses, que negó rotundamente a principio de este año los rumores aparecidos en algunos medios españoles, afirmando que podrían tener interés en hacerse con el fabricante español en bancarrota. Al parecer, sí que tenían más interés del que afirmaban.
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