Para nadie es un secreto que conducir una motocicleta es una de las sensaciones más emocionantes de la vida, inclusive, hay muchos que la catalogan como una de las experiencias que más adrenalina te hacen sentir. Puede que sea del todo cierto, ya que nada como conducir al aire libre, sintiendo el viento en nuestro rostro, y siendo dueños, por así decirlo, del camino. Pero aunque resulta una experiencia muy agradable no debemos olvidar que, cuando marchamos sobre dos ruedas, el riesgo de lesiones crece, es por ello que se recomienda tener el debido respeto a las motos ya que, cualquier error del conductor pudiera desencadenar situaciones muy graves y la misma muerte.
Son vehículos livianos
Una de las cosas que tenemos que tomar en cuenta es que las motos se construyeron como unos vehículos livianos, los cuales ahorran tiempo y dinero al momento de trasladarse de un lugar a otro. Sin embargo, con el pasar de los años, la pasión y el amor por las motos se ha ido incrementando, por lo que dejó de ser un simple medio de transporte para convertirse en muchos países como el método del día a día. La creciente demanda obligó a muchos fabricantes a redoblar sus esfuerzos con tal de enfrentar a la creciente economía de China.
Por lo general, la gran mayoría de los accidentes en moto se debe a la inexperiencia, a la irresponsabilidad o a ciertos objetos que nos encontramos en la vía, debido a esto se hace importante analizar ciertos consejos precisamente para evitar cualquier inconveniente que nos haga pasar un mal rato o inclusive, problemas por lesiones. Tenga el debido respeto por las dos ruedas y recuerde que en moto todo su cuerpo está totalmente desprotegido, algo que, si caemos al suelo, pudiera complicarnos con ciertos problemas físico que muy bien pudimos evitar.
La velocidad
La primera causa de accidentes en motocicletas o caídas es la velocidad. Está comprobado que el exceso de velocidad de alguna manera reduce el campo visual esto, sumado a las condiciones climáticas, además de tomar en cuenta si se circula de día o de noche. Un dato importante a tomar en cuenta es que si circulamos a 65 kilómetros por hora el ángulo de visión se reducirá hasta unos 70 grados, mientras que si vamos a unos cien kilómetros por hora el ángulo de visión bajará drásticamente hasta 42 grados; es allí cuando comienza lo que se conoce como el famoso efecto túnel. Es por esta razón que nuestro campo de visión depende directamente de la velocidad a la que circulemos.
El exceso de confianza
Pero ¿qué conlleva a muchas personas a perder el control de su motocicleta? El exceso de velocidad que genera el sentirse libre o dueño del camino. A este respecto nunca debemos olvidar que, cuando conducimos una moto hay mucho que perder, y más aún si quedamos lesionados del por vida por alguna mala caída o por estrellarnos contra otro vehículo, poste de luz, vallas de protección de las autopistas y simplemente nos arroya un carro.
La prudencia
Conducir una motocicleta es todo un arte, ya que se trata de un vehículo de dos ruedas, y que no brinda la misma seguridad que un coche. Ser prudentes al conducir una motocicleta significa ceder el paso, no exceder los límites de seguridad, y conducir con cierta separación de quien va delante de nosotros para tener el tiempo de maniobrar y evitar el accidente. Otro detalle de buena importancia es hacerse visible, es decir, que los demás conductores sepan que usted está allí al momento de cruzar por una calle, detenerse en un semáforo, o simplemente superar a quienes les anteceden.
Cuando la caída es inminente
Hay momentos en que, aunque uno trate de evitarlo, la caída es inminente; debemos tomar en consideración que, si bien es cierto que nos daremos un buen golpe y por lo menos saldremos con algunos raspones, podemos de alguna manera minimizar los daños al momento del impacto. Para ello será necesario que nos mentalicemos, ajustando nuestro cuerpo para que genere cierta seguridad al momento de caer de la motocicleta. Lo primero que se recomienda es soltar el manubrio de la moto para sí continuar en la misma trayectoria. Haciendo esto habrá probabilidades de no sufrir lesiones en las muñecas y salir con alguna quemadura.
Trate de buscar un lugar donde no haya elementos cortantes o muy sólidos como piedras o rocas. Una vez esté en el suelo trate de controlar los nervios y relájese, deslizando hasta que se detenga totalmente. Trate de pegar al cuerpo los brazos y piernas, y trate de mantener las piernas de la manera más recta posible. No trate de levantarse antes de tiempo porque podría volver a caer y golpearse. Por último, trate de usar la indumentaria adecuada como guantes y casco integral para protegerse el rostro.
Como vimos, aunque el nivel de riesgo es superior en las motos, podemos reducir cualquier eventualidad si conducimos adecuadamente respetando las dos ruedas.
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