Lo más probable es que la YZF-R25 no llegue a Europa y España hasta el próximo ejercicio, aunque como es lógico no tendrá las cuotas de venta en ningún mercado como otros modelos de la marca, ya que se trata de una oferta un tanto atípica al ser una bicilíndrica bajo normativa A2, o lo que es lo mismo, su nicho de mercado podría estar muy limitado a aquellos que quieren una superbike atractiva visualmente con un aspecto deportivo pero que a la vez sea una herramienta cómoda. Los más jóvenes podrían tenerla como una opción.
Los puntos clave
Afilado frontal, doble faro estrecho, un asiento de piloto bastante plano y un generoso colín son algunas de las claves del diseño de esta nueva Yamaha YZF-R25. Este diseño deportivo pero sin alardes innecesarios cuenta con una horquilla convencional con dos semimallinares. El bastidor es de tubo de acero camuflado con un basculante de aluminio. En general, se ha apostado por un diseño deportivo fiel a la marca en muchos puntos, pero que a la vez podría ser mucho más elementos deportivos que no son aprovechados, pero que a la vez sirven para esconder uno de sus puntos fuertes, su propulsor.
En el aspecto técnico, la YZF-R25 cuenta con un motor bicilíndrio de 4T de 249cc de refrigeración líquida. La gran novedad en este motor es que por primera vez los cilindros son de DiASil (aluminio + silicio). Este motor es capaz de ofrecer 36 CV de potencia máxima a 12.000 rpm y ofrecer un par máximo de 2,3 kgm a 10.000 rpm. Con este propulsor, podemos hablar sin temor a equivocarnos de una moto puntiaguda en su entrega de potencia y con una buena cifran en este aspecto.
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