Dotada del motor DS, dual spark, de 1.078 centímetros cúbicos, y el embrague en seco de al marca italiana, la Hypermotard es la interpretación de Borgo Panigale del concepto Supermoto.
Técnica
El bastidor de la Hypermotard es como el resto de modelos de la casa italiana, un multitubular de tipo Trellis, de imponente estética, tal y como se esfuerzan en mostrarnos en todos y cada uno de los modelos que salen de la factoría de Borgo Panigale.
La gama original de la Hypermotard de primera generación se dividía entre la 1100, la 1100 S, a las que se añadirían más adelante la mencionada 796 con el motor 800 c.c. y versiones superiores, como la Evo y por último la más radical Evo SP. Entre los distintos modelos no había diferencias mecánicas de gravedad, viéndose alterada sobre todo la parte ciclo, con elementos de más calidad en el apartado de suspensiones y frenos.
En el caso de la Hypermotard 1100 encontramos que la suspensión está firmada por Marzochi, tanto delante como detrás y el apartado de frenada por Brembo. Las versiones superiores ya disponen de amortiguadores regulables Öhlins de distintas calidades, según la versión.
El motor es el viejo DS 1100. Con 1.078 c.c., el bicilíndrico en V a 90 grados, o en forma de L como le encanta definir a la marca italiana, cuenta con inyección electrónica y dispone de 95 caballos. Asociado a una transmisión de seis velocidades, se muestra más voluntarioso a bajas revoluciones que en la zona alta del cuentakilómetros, al contrario que el motor que dispone la generación actual de la gama Hyper de Ducati, que en breve recibirá novedades, como hemos visto días atrás.
En conclusión, incluso las primeras Hypermotard son modelos muy deseables en el mercado actual de segunda mano, en el que ni siquiera las primeras unidades han perdido demasiado valor con la llegada de las nuevas versiones, dotadas de más tecnología, menos peso y sobre todo, más potencia.
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