Desvelada en verano y con una comercialización a finales del mismo, la nueva Scrambler 400 de Mash es la última integrante de la interesante gama de modelos retro de la firma gala y que hemos podido analizar gracias a la colaboración del nuevo concesionario de la marca en Toledo, Pata Cabra Motorbike. A día de hoy, las motos de estética retro o vintage están comenzando a dejar de ser la excepción convirtiéndose poco a poco en moneda de uso común en nuestro parque nacional. Gracias a marcas como Mash o la india Royal Einfeld, que precisamente abría hace unos meses su primer showroom en tierras españolas, que muy convenientemente están sabiendo capitalizar la creciente demanda de este tipo de productos, incorporando cada vez más nuevos modelos y versiones a sus catálogos.
Si bien hasta este verano la firma francesa ya contaba con una variante de este tipo, la Scrambler 125 que tuvimos ocasión de analizar hace relativamente poco tiempo, y que gracias a esta nueva versión de media cilindrada amplía su oferta de modelos de corte campero.Genética
A pesar de la similitud del concepto, las Scrambler 125 y 400 realmente no están emparentadas, ya que Mash se ha decidido a basar la nueva Scrambler 400 en la Five hundred. Su retro urbana de media cilindrada que adquiere nueva personalidad gracias a diversos elementos y sobre todo a la presentación, pero manteniendo el bastidor y la mecánica inalteradas. Por lo que encontramos el mismo monocilíndrico de 397 c. c., refrigerado por aire, cuenta con inyección electrónica y homologa 27 CV y 30 Nm de par máximo.
La nueva Scrambler 400 presenta una nueva horquilla con tubos de mayor diámetro, 41 mm en lugar de los 35 que dispone la Five Hundred, de resto, tan solo los neumáticos, ahora un poco más ancho el delantero y ambos con un profundo relieve, presentan alguna diferencia técnica real con el modelo del que deriva.
La presentación sin embargo modifica radicalmente a la nueva Scrambler. en primer lugar la coloración en negro lo cubre prácticamente todo. Desde las llantas de radios hasta los guardabarros, y en algunas zonas, esa coloración dispone de un acabado mate. Muy pocos cromados podemos encontrar en la nueva Scrambler, tan solo las manetas y algunos elementos menores aparecen en ese acabado. Al contrario que la Five Hundred, que recurre a esos clásicos brillos para la practica totalidad del modelo.
Junto a esto encontramos elementos específicos de esta versión, como la rejilla que cubre el faro delantero o la placa portanúmeros sobre el faro delantero, ambos elementos similares a los que podemos ver en la Scrambler 125. Como curiosidad, si bien la versión 125 contaba con un escape sobreelevado, al más puro estilo scrambler, la variante de 400 c. c. dispone de un sistema muy similar a la Five Hundred, a baja altura y también en negro mate.
El resultado estético es muy logrado, respetando la imagen scrambler y retro a partes iguales, y con un paquete estético muy atractivo. Como siempre, el precio es uno de los mejores argumentos de esta marca gala con fabricación oriental, con un precio anunciado por la marca de unos 4.995 euros, aunque hasta finales de 2015 ha contado con promociones.
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