Como ya vimos en el anterior artículo, la Mash Seventy Five es uno de esos raros modelos que nos ofrece en un mismo conjunto mucha estética, sabor retro y economía en su adquisición y posterior uso, siendo un producto muy recomendable para aquellos conductores que deseen un vehículo diferente, lejos de los convencionalismos habituales.
La Seventy Five es una de las más básicas del portfolio de la firma francesa, pero ello no es impedimento para que el resultado sea el esperado, una moto muy vistosa con una mecánica de 12 CV muy simple pero efectiva y más que suficiente para esta pequeña 'Bonnie'.
Asiento plano, manillar alto y suficientes elementos plásticos en acabado cromado. En la parte ciclo encontramos unas llantas de radios clásicas de 17 pulgadas, discos de freno macizos y suspensión trasera por doble amortiguador, aunque en la zona delantera encontramos una moderna horquilla invertida, que entendemos es empleada por motivos de costos.
Comodidad de uso
El resultado es una moto muy sencilla, barata de adquirir además de sencilla y económica de usar y mantener. Con respecto a otros productos del mercado sencillamente es incomparable, la Seventy Five pertenece a otro segmento. Por su precio es imposible pedir los acabados que estamos acostumbrados a encontrar en una moto de marca japonesa, por nombrar algo. Aunque esto no quiere decir que estemos ante un mal producto, mas bien todo lo contrario.
Observando en detalle las unidades que hemos analizar, encontramos que los acabados están dentro de unos parámetros correctos. Desde las propias soldaduras del bastidor hasta los distintos elementos accesorios, como electrónica, grupos ópticos o las propias costuras del asiento si bien no disponen de la exquisitez que podemos ver en modelos más caros, disponen de un más que correcto empaque, sin denotar en ningún momento fragilidad o una pobre fabricación.
La Seventy Five es por tanto una alternativa increíble para todos aquellos que deseen una moto urbana o de cortos recorridos, e incluso, para aquellos de deseen iniciarse en el mundo de la moto, con un costo absolutamente de derribo en comparación con el resto de alternativas del mercado y lo más importante, ofreciendo un producto que por imagen satisfará enormemente al usuario gracias a su imagen tremendamente especial y diferenciadora.
En cuanto a su comportamiento dinámico su calificación también se queda en correcta, ya que si bien se siente ligera y manejable, su arquitectura clásica y escasa potencia mecánica no permite que la Seventy Five sea comparable a modelos de cilindradas superiores. No obstante, el poder disponer de discos de freno en ambas ruedas, algo que sigue siendo raro en muchos modelos de este precio permite que mantenga unas prestaciones de frenada dignas.
Suspensión y neumáticos responden a la perfección, siempre que no pretendamos "hacernos unas curvas" ya que ni por diseño ni por precio está pensada para ese fin. El hábitat natural de la Seventy Five es el entorno urbano y los trayectos cortos, aunque con una velocidad máxima anunciada a 105 km/h nos permita realizar alguna escapada por las autovías urbanas o carretera.
En conclusión, dentro de la gama de modelos Mash, la Seventy Five es la alternativa ideal para aquellos usuarios que o bien se estén introduciendo por primera vez en el mundo de las dos ruedas o que precisen de un vehículo asequible y de sencillo mantenimiento para sus desplazamientos urbanos. A lo que contribuye con su parco consumo, declarado de 3 litros a los 100 km, con un depósito de 14 litros de volumen, que permite por tanto una autonomía más que correcta.
Artículos recomendados