Con esta operación, que será anunciada oficialmente el próximo 4 de noviembre, coincidiendo con la apertura del Salón de Milán de la Moto, Mercedes-Benz se coloca a la altura de sus dos directos competidores premium alemanes: BMW y Audi, ya que Mercedes-Benz es el único fabricante que no tiene una marca de motos. BMW ha fabricado motos desde sus orígenes, y Audi compró Ducati en 2012.
Del mundo premium a las dos ruedas
MV Agusta es actualmente propiedad de la familia Castiglione. Hasta 1977 había pertenecido a los Agusta, aunque fue el conde Vincenzo quien desarrolló la marca de motos. En 1977 fue comprada por Cagiva, que acabó denominando al grupo que había creado como MV. Posteriormente pasó por las manos de Protón, de Gevi SpA y Harley-Davidson, hasta que fue adquirida por Claudio Castiglione.
En la actualidad la dirige su hijo Giovanni, que ha puesto en marcha un plan industrial destinado a incrementar la producción de 9.500 unidades previstas para este año, a las 20.000 en 2017, lo que debería elevar la facturación a más de 200 millones de euros. Estos planes de expansión vienen marcados por los resultados económicos tan buenos que, desde el último año, lleva consiguiendo la marca. Por entonces, el fabricante de motos creció un 80 % y mejoró el número de ventas. Ahora entendemos los motivos de Mercedes-Benz para adquirir una participación en el fabricante italiano.
Pero ¿Cuáles son los motivos de venta de MV Agusta? Como hemos comentado antes, los planes de expansión de la dirección de MV Agusta necesitan financiación y la venta de una parte a los alemanes es la mejor opción. La marca de la estrella quiere además ayudarles en el desarrollo de motores y en la expansión de su red comercial, que por ejemplo en nuestro país es muy limitada.
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