Una de las más llamativas fue tropezarnos con dos unidades de la nueva Yamaha R1-M, la brutal Supersport de Yamaha, rediseñada desde cero, sin concesiones, manteniendo tan solo como nexo con la anterior su denominación.
Para el desarrollo de esta brutal Yamaha contaron con nada menos que Valentino Rossi, el cual la define de una manera muy clara y gráfica "la R1 es la moto más parecida a mi M1 de carreras que he llevado en mi vida".
Esto deja a las claras las intenciones de la marca japonesa para con la nueva montura deportiva. Nuevo motor 4 cilindros y 4 válvulas con por cilindro capaz de entregar nada menos que 200 caballos, para un peso total de 199 kilos, contando incluso con todos sus líquidos.
Dotada de múltiples sensores, su electrónica predispone su bastidor para poder extraer hasta la última capacidad prestacional al conjunto, a través de los nuevos sistemas de control de tracción y control de derrape.
Live
En vivo es espectacular, careciendo de faro delantero, dispone de dos pequeños casi ocultos, lo que le confiere un aspecto muy racing al dejar mucha superficie de carenado despejada.
El colín trasero, totalmente hueco, hace las veces de túneles aerodinámicos, estando totalmente abiertos por la zona trasera.
Resultando estéticamente un conjunto increíblemente agresivo y deportivo, aunque un vistazo a sus características delata un espíritu mucho más tecnológico y deportivo de lo que su agresiva estampa pudiera parecer.
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