Como ya vimos con la Classic 500, la Bullet 500 EFI de Royal Enfield no es una moto para valorar como cualquier otra de las disponibles en el mercado. Tanto por tecnología, prestaciones, posicionamiento, precio y sensaciones, los modelos clásicos que conforman la mayoría de la gama del fabricante indio son prácticamente únicos en el mercado.
Los modelos de Royal Enfield, a excepción de la Continental GT, no se adhieren a los preceptos del resto de marcas o modelos que podemos encontrar en el mercado, ni son productos destinados a un público o sector concreto, aunque los tengan. De hecho, no son un producto como tal, ya que no han sido diseñadas para cubrir una necesidad o una respuesta a las demandas del mercado.
Al contrario que el resto de la oferta existente, las Royal Enfield ya existían como tal desde hace décadas, desde que a finales de los cuarenta llegarán las primeras Bullet a la India desde la factoría de la marca original en Inglaterra. Por lo que más de sesenta años después, la fábrica superviviente en la India ha seguido fabricando casi como el primer día aquellos modelos que hicieron grande un día a la marca.
Por lo que más que una moto actual con estética retro, que es lo que realmente podemos encontrar hoy día en el mercado, las Royal Enfield podemos clasificarlas como las verdaderas motos de ayer, pero actualizadas con la inevitable tecnología actual sin alterar la imagen tradicional de las mismas. Ahí es donde radica su auténtica naturaleza y original personalidad.
La Bullet 500 EFI hoy dispone del mismo motor monocilíndrico de 499 c.c. que podemos encontrar en la gama Classic, que actualmente dispone de un inyección electrónica Keihin y transmisión de cinco velocidades, pero que deriva del mismo bloque la compañía ha estado empleando desde hace décadas inalterado. Los pequeños cambios, inapreciables a simple vista no alteran la estética del modelo, que dispone de todos y cada uno de los detalles de la Bullet original, incluido el mismo bastidor tubular, que emplea el motor como parte de su estructura.
Parte ciclo
Este apartado sigue respetando la arquitectura clásica, con una horquilla teléscopica delante y esquema de doble amortiguador clásico en la trasera. De hecho, hasta el día de hoy ninguna Royal Enfield ha empleado el esquema de monoamortiguador trasero, este honor recaerá en la nueva Himalayan, el nuevo modelo adventure que prepara la marca y esperamos ver en breve.
El equipo de frenos, sin ABS por supuesto, consta de disco delantero de 280mm. y un tambor de 153 mm. de diámetro en la rueda trasera. Ambas llantas son de aspecto clásico, de 19 pulgadas ambas, mantienen la clásica estética de radios metálicos, calzadas con neumáticos estrechos para las medidas que se emplean hoy día.
Detalles
La Bullet está plagada de pequeños detalles que la hacen tan única y llamativa. Desde las llantas de radios metálicos, hasta el depósito con gráficas vintage y pasando por los guardabarros o el escape salidos de otra época.
Su peso al completo y en orden de marcha queda un poco por debajo de los 190 kilos, pero las prestaciones o la eficacia no entran dentro del pliego de condiciones de la Bullet. Ni son parte de sus argumentos de venta o ni tan siquiera lo que espera su propietario de ellas. La Bullet es solo para aquellos que buscan algo realmente diferente, las sensaciones de las verdaderas motos antiguas, que es precisamente aquello que las hace tan especiales.
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