Suzuki acaba de registrar una patente bastante 'golosa' para cualquier motorista: un motor de propulsión híbrida que además incluye un turbo eléctrico. El fabricante de Hamamatsu ya llevaba tiempo trabajando en esta dirección.
Tal como sucede en los actuales Fórmula 1, Suzuki plantea en su patente un sistema con dos motores eléctricos. El primero se sitúa en la parte trasera del vehículo, acoplado a la transmisión, para apoyar al motor de combustión y dar un empuje extra en los momentos de máxima exigencia. Este mismo motor cambia su función a generador cuando iniciamos una fase de frenado o desaceleración. De este modo se aprovecha el mismo elemento para recargar las baterías sin generar un peso y espacio extra.
El segundo motor es un turbo eléctrico, tan de moda en los últimos deportivos y prototipos aparecidos recientemente, para extraer más potencia al motor de combustión. La ventaja de estos turbos eléctricos reside en que no tienen el retardo de los turbos tradicionales donde acelerabas, esperabas un instante y luego recibías la patada que te lanzaba al hiperespacio.
Con el turbo eléctrico, ese retardo desparece por completo: aceleras y ahí está ese sublime empujón que te eriza los pelos de todo el cuerpo. Evidentemente esto se nota más en los coches más prestacionales donde, en busca de la mayor potencia posible, se aumenta el diámetro del turbo. A mayor diámetro más potencia pero mayor retardo. Por lo tanto, reducir el diámetro en busca de una rápida respuesta hace perder el sentido del turbo en vehículos de marcado carácter deportivo.
El turbo eléctrico puede girar hasta 200.000 rpm y de manera casi inmediata. Esto, junto con la unidad de potencia híbrida, nos hace pensar en un empuje superior a los 300 cv ya que Suzuki, en su patente, habla de un tetracilíndrico de 1000 cc como base térmica.
Sinceramente, este tipo de motores y potencias en una moto para la calle, se me hacen impensables (aunque sí deseables). Posiblemente, y como se rumorea desde la aparición de la Kawasaki H2R, todo este trabajo de desarrollo y su correspondiente inversión, acabe transfiriéndose al mercado real en modelos de 400-500 cc con prestaciones de las 1000 cc deportivas de la actualidad.
Primera rival
En definitiva, Suzuki quiere plantar cara a la espectacular Kawasaki H2R que abrió la caja de los truenos y con ello no dejarla sola en el reino de las deportivas estratosféricas.
Fuente: Motorcycle News
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