Las grandes marcas generalmente tienen un comienzo muy interesante. Triumph no es la excepción. Cuantas empresas nacieron e inmediatamente murieron; el camino al éxito es escabroso y generalmente se presenta con un sinfín de problemas. Solo los más sagaces, los más inteligentes, los más meticulosos son los que se mantienen hasta la fecha.
La historia de la marca nació en 1902. Precisamente por eso merecen un merecido reconocimiento, no ha sido fácil seguir activos durante tantos años e incluso, sobrevivir a dos guerras mundiales. Ya son 115 años de actividad, su prestigio está a la altura de marcas como BMW, Husqvarna, Moto Guzzi, Benelli en Europa y Harley-Davidson o Indian en los Estados Unidos. Prestigio, experiencia, calidad y respaldo son sus principales características, por eso siguen siendo las motocicletas ideales para millones alrededor del mundo.Se dice que la famosa marca italiana Ducati y algunas firma japonesas han intentado obtener el mismo éxito de Triumph, sin embargo, pese a que son las favoritas de muchos y desde luego, también cuentan con muchos seguidores, todavía no pueden equilibrar su balanza a la altura de la marca británica. El éxito de Triumph se debe primeramente a su modelo más clásico; podemos mencionar algunos modelos en concreto como por ejemplo Street Triple o las trail Tiger, motocicletas que han triunfado en los mercados americanos, italiano y español. En Triumph la tienen muy clara, mantener la serie Vintage es de vital importancia para continuar en el camino correcto por todo el mundo.
El creador de las motocicletas
Fue Siegfried Bettman, hombre alemán, quien dio comienzo a la fabricación de las motocicletas que hoy conocemos como Triumph. Maurice Schulte, ingeniero jefe, fue, por así decirlo, su mano derecha, de hecho es el responsable de la primera Triumph, modelo de 240 centímetros cúbicos y 2,5 caballos de poder. Hay que aclarar para quienes se preguntan por el nombre, Bettmann, escogió "Triumph" por la sencilla razón de que sonaba muy "inglés" y era una palabra comprensible en toda Europa.
Parece mentira, pero la primera guerra mundial representó el trampolín para que triumph se catapultara. El ejército británico le encargó a la firma unas 30.000 motocicletas; su calidad de manejo, su resistencia y su confiabilidad se ganó la completa confianza del bando aliado que los soldados le llamaron "Trusty Triumph" o Triumph de confianza. La marca también se aventuró en la fabricación de vehículos, por ejemplo, en 1923 se creó el primer automóvil que contó con un motor de 1.400 centímetros cúbicos. Harry Ricardo fue el encargado de diseñar tal automóvil; él era el encargado del diseñó y el ejecútese de nuevos motores.
Ya se vislumbraba el norte para la marca. La década de los 20 cerró por las nubes; no cualquiera podía presumir que fabricaba y vendía más de 30.000 motocicletas al año. Para no menguar el crecimiento y palear la crisis de 1929, los ingleses cambiaron la táctica, ahora era necesaria una reinversión de los beneficios económicos y utilizarlos para desarrollar nuevos modelos. Y así lo hicieron. Para 1934 ya habían presentado 18 nuevos modelos.
La caída y el rescate
El Director General y Diseñador Jefe, Edward Turner, fue quien prácticamente impulsó a la marca a alcanzar nuevos niveles desde 1936, y lo hizo gracias a la introducción del motor bicilíndrico en paralelo que es, por así decirlo, el sello de Triumph y de algunos de sus más renombrados modelos en la historia como la Speed Twin, la Thunderbird y la Bonneville. A pesar de todo, las cosas no siempre marcharon color de rosa para la marca ya que en la década de los 70 se vieron afectados por la competencia de las motos de origen japonés y sencillamente se dieron a la bancarrota.
Gracias a su historial exitoso, un empresario de nombre John Bloor, decidió adquirir los derechos de la marca. Este hombre de negocios reunió a una comisión de expertos evaluó y reflotó la compañía, ahora con sede en Hinckley, y además apostó por las nuevas tecnologías de fabricación como la producción modular. El Salón de Motocicletas de Colonia fue testigo del relanzamiento de Triumph y allí se presentaron las Daytona 750 y 1000, Trident 750 y 900 y Trophy 900 y 1200. Luego, la producción anual llegó a las 5.000 motocicletas desde 1992.
Debemos acotar que Triumph también fue la preferida de muchos en la famosa era de las motos Café Racer. Esa donde los motociclistas usaban monturas caseras, con diversos motores, chasis, piezas, todo por resaltar y sobresalir ante el resto. Los propulsores fabricados por Triumph eran los preferidos por muchos, no solo por su costo, sino por su potencia y precio.
Estrellas en Triumph
Algunas estrellas también las prefirieron, como fue el caso de Steve McQueen, actor norteamericano, quien fue uno de los mejores embajadores de la marca paseando la imagen de Triumph por todo el mundo. Otras figuras reconocidas del espectáculo también desfilaron con algunas motocicletas de la firma europea, como fue el caso de Marlon Brando, quien apareció con su propia Triumph en el rodaje de la película "Salvaje" de 1953. James Dean, otro reconocido actor, desfiló con algunas Triumph, y un ejemplo de ello fue la modelo TR5 con la que protagonizó la película "Rebelde sin Causa". Otras figuras que también se dieron el lujo de pasearse en una Triumph fueron Elvis Presley, aficionado por la velocidad y las motos, Clint Eastwood, Bob Dylan, Richard Gere, entre otros.
Para nuestros tiempos, Triumph sigue siendo una referencia en el mundo del motociclismo. Los británicos se mantienen a paso firme, con miles de modelos vendidos a partir de este siglo 21. Los indicadores demuestran que los ingleses se mantendrán así por mucho tiempo gracias a su constancia, fiabilidad y sobre todo, la confianza que le transmiten a su clientela; ya de hecho, los más recientes modelos Bonneville "The Scrambler", Bonneville T100 entre otras, están cultivando un gran éxito en lo que respecta a ventas. Lo que comenzó como un gran sueño hoy es una realidad que se mantendrá con el paso del tiempo. Triumph seguirá siendo la motocicleta preferida del Reino Unido.
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