Pero centrándonos en esta primera cita asturiana de la temporada, el Rally Príncipe de Asturias, nos encontramos con una prueba que, a pesar de haber cumplido el año pasado sus bodas de oro, no podemos decir que pase por su mejor momento. La ausencia de copas de promoción (a excepción de la EVO Cup, presente en todas las pruebas), unida a la pérdida de peso internacional del rally, y la delicada situación por la que está pasando en estos momentos la Federación Asturiana, nos dejan una lista de inscritos con tan solo 44 vehículos, de los cuales 22 proceden del regional.
Pero es que, además, el nacional de asfalto tiene todas las alarmas encendidas, con algunos de sus protagonistas dejando sus coches guardados en sus garajes, debido a la falta de presupuesto. Es el caso de Surhayen Pernía, que salvo cambios de última hora no saldrá en las pruebas asturianas, o Edgar Vigo, que ya ha anunciado que su presupuesto no llega más allá de este Príncipe de Asturias, por lo que la parte final del campeonato podría quedar bastante descafeinada.
El Príncipe repite en Cangas
En cuanto al rally en sí, este año los tramos volverán a disputarse alrededor de la localidad de Cangas del Narcea. Como ya pudimos ver la pasada temporada, se trata de unos tramos con buen piso, en los que los pilotos no deben preocuparse de demasiadas trampas. El principal problema es lo resbaladizo del asfalto asturiano, problema que esta temporada podría verse acrecentado por la lluvia.
Además, los tramos de Cangas del Narcea presentan unas pendientes muy pronunciadas, que marcan la diferencia en cuanto a potencia de los coches, aunque los más valientes podrán compensar estas carencias en las bajadas de autentico infarto. Será importante controlar el desgaste tanto de los frenos como de los neumáticos.
En total, los equipos se enfrentarán a 12 tramos cronometrados, que totalizarán 205 kilómetros de competición repartidos en las jornadas del viernes y el sábado. Tanto la ceremonia de salida, como el podio se celebrarán en Oviedo, manteniendo la tradición de esta prueba.
El campeonato en juego
En cualquier caso, estamos en la recta final del nacional de asfalto, y es hora de hacer números. Para hacer los cálculos, hay que recordar que el campeonato absoluto se decide contando todos los resultados de la temporada, menos uno. También debemos recordar que el Rally Príncipe de Asturias puntúa con coeficiente 1,5, por lo que el vencedor se lleva 52 puntos, en lugar de los 35 habituales.
Comencemos analizando los resultados que ya tienen los dos principales aspirantes al título. Sergio Vallejo cuenta con un cero en su cuenta, puesto que su resultado de Canarias no contaba para el campeonato. Por su parte, Miguel Fuster tiene dos ceros en su cuenta personal, tras sus abandonos en Canarias y El Bierzo. Esto significa que de ahora en adelante, ambos pilotos tendrán que contar todos sus resultados.
Pero Vallejo cuenta con 170 puntos, por los 122 que tiene Fuster, es decir, 48 puntos de ventaja. Vallejo depende tan solo de si mismo, puesto que con ser cuarto en todas las pruebas, sería campeón, con 282,5 puntos, mientras que si contamos con que Fuster ganase todos los rallies que quedan por disputarse, obtendría 279 puntos, por lo que el alicantino depende siempre de los resultados del piloto gallego.
Una historia equilibrada
Si miramos el palmarés del Rally Príncipe de Asturias, vemos que tanto Miguel Fuster como Sergio Vallejo han conseguido tan solo una victoria cada uno. Ambos lo han hecho a los mandos de los Porsche 911 GT3, Fuster en 2011, y Vallejo en 2009, pero hay que recordar que el año pasado los tramos del Príncipe cambiaron radicalmente, y allí el ganador fue el Mini WRC de Luís Monzón, aunque segundo fue Vallejo con el Porsche, seguido de una montura similar, la de Oscar Palacio.
Además, Miguel Fuster cuenta con la desventaja de no haber competido aquí la temporada pasada, puesto que abandono en los primeros metros del primer tramo, y eso, a pesar de que se han cambiado algunas partes del recorrido, también pesa.
Un rally "casi" internacional
El Rally Príncipe de Asturias ha conseguido mantener su carácter internacional. La prueba es puntuable para el European Rally Trophy, pero tan solo ha conseguido atraer a Oleksander Saliuk y su Ford Fiesta R5. El ucraniano marcha segundo del campeonato, a pesar de haber participado tan solo en Bulgaria y Turquía.
Pero Saliuk será el único piloto internacional, y salvo abandono, aparecerá en el podio final del rally, junto a Esteban Vallín y Joan Carchat, los únicos pilotos del nacional que participan con vehículos homologados por la FIA, puesto que el Ford Fiesta R5 de Miguel Fuster equipa la nueva válvula de descarga del turbo que no está homologada por la FIA, y no puede participar dentro de la lista del trofeo europeo.
Aspirantes locales
Ya hemos comentado la situación de los dos aspirantes al título, y la ausencia del tercero en discordia, Surhayen Pernía. Pero lo cierto es que el Rally Príncipe de Asturias, tendrá otros aspirantes más a la victoria en el apartado nacional. Oscar Palacio ya consiguió la tercera plaza la temporada pasada a los mandos de su Porsche 911 GT3 2008, y esta temporada será un piloto de nuevo a tener en cuenta.
Por otro lado, veremos también a Jonathan Pérez, que no se ha querido perder el Príncipe de Asturias. Participará a los mandos de un Mitsubishi Lancer EVO X Grupo N+, con el que lidera el regional asturiano. A pesar de todo, la escasez de pruebas en este campeonato, hace que Pérez quizás se encuentre algo falto de ritmo, aunque siempre puede darnos alguna sorpresa.
División II
Pasamos a una de las partes más emocionantes en este momento del nacional de asfalto. Por raro que suene, la División II le está poniendo ese punto picante al nacional de asfalto, y en el Rally Príncipe de Asturias, esto no podía ser menos. Esteban Vallín llega como líder del campeonato a los mandos del Opel ADAM R2, y lo hace por méritos propios. Vallín ha sabido estar siempre ahí, salvo en el Sierra Morena, cuando la suspensión del pequeño utilitario de Opel dijo basta, y gracias a su regularidad está consiguiendo poner en serios apuros a pilotos con una dilatada experiencia, y una maquinaria más rápida que la suya, al menos sobre el papel.
Nos referimos, como no, a los Suzuki oficiales de Gorka Antxustegi y Joan Vinyes. Ambos marchan en segunda y tercera posición del campeonato, respectivamente, y buscarán en casa de Vallín comenzar a enderezar una temporada que se les ha puesto cuesta arriba debido, en parte, a sus ausencias en Canarias y El Bierzo.
Tampoco podemos olvidar a otro asturiano que también lucha por conseguir buenos resultados en esta categoría. Fran Cima ha conseguido subir en dos ocasiones al podio, y su actuación podría ser la llave de Suzuki hacia el título. Si Cima cuela su Seat León Supercopa entre Vallín y los nipones, bloqueará unos puntos vitales para el piloto de la Red de Concesionarios Opel. Otro piloto que puede tener la llave en esta lucha es José Luís Peláez, con su Citroën DS3 R3T. El madrileño ya restó puntos a Vallín en El Bierzo, y será otro de los obstáculos que tenga que sortear el piloto de Colunga.
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