La primera sorpresa llegaba en forma de sol. Es habitual que el Rally de Llanes siempre tenga algo de lluvia en algún momento. Sin ir más lejos, la temporada pasada todo se decidía en un último tramo que se disputaba tras un aguacero. Pero esta temporada todo sería muy distinto. La lluvia no hacía acto de presencia, y el sol acompañaría a la caravana del rally durante prácticamente toda la jornada, salvo el primer bucle, en el que la niebla iba a ser protagonista.
Los protagonistas tenían claro su trabajo. Sergio Vallejo aseguraba en la rueda de prensa que saldría con la idea de ver donde estaban, y en caso de ver una oportunidad, tratar de ganar. Por su parte, Miguel Fuster estaba algo desanimado, y daba el campeonato por perdido, aunque aseguraba que saldría a por todas, puesto que es una prueba en la que nunca había ganado, y quería quitarse esa espina.
Todo a una carta
Así pues, teníamos por delante 175 kilómetros cronometrados, repartidos en 10 especiales. Miguel Fuster comenzaba haciendo lo que había comentado en la rueda de prensa, y marcaba el mejor crono en el primer tramo, el rápido Nueva - Labra, donde sacaba todo el jugo al Ford Fiesta R5. Sergio Vallejo hacía también su trabajo, y se situaba a la estela del alicantino, manteniendo la presión en busca de un error de su rival que le permitiese ganar.
En el segundo tramo, Arriondas - Carmen, los pilotos se enfrentaban a la bajada al Fito. La mítica subida del Campeonato de Europa, en sentido contrario. Todo un desafío en el que la velocidad es tan importante como no cometer errores. Miguel Fuster volvía a lanzarse al ataque, consiguiendo de nuevo el mejor crono, pero alcanzaba la meta antes que Sergio Vallejo, que era el encargado de abrir pista.
¿Qué había pasado? Lo cierto es que la odisea que iban a vivir Sergio y Diego Vallejo era más digna de una novela de intrigas y conspiraciones, que de un rally. Vallejo había atacado mucho, y los neumáticos estaban algo desgastados, por lo que al llegar a una zona rápida en quinta velocidad, el del Porsche se iba largo, saliéndose de la pista. Pero la suerte estaba más de su parte de lo que parecía, y después de ir saltando por la cuneta, conseguía volver a la carretera, con tan solo una rueda reventada.
Un simple cambio de ruedas parecía la solución, pero al poner el neumático de repuesto, los hermanos Vallejo tenían algunos problemas para apretar los tornillos. A pesar de todo reemprendían la marcha, pero pronto debían volver a detenerse para volver a apretar la rueda. La pareja gallega volvía a ponerse de nuevo en marcha, pero a dos kilómetros para el final del tramo, el neumático de repuesto se salía de su sitio, y se perdía entre unas zarzas. El gato no cabía en la parte trasera del Porsche, por lo que mientras que Sergio quitaba una de las ruedas delanteras, Diego buscaba el neumático, que se resistía a aparecer. Cuando Sergio conseguía poner el gato, se unía a la búsqueda, y finalmente encontraban la rueda escapista entre unas zarzas. En total, los hermanos Vallejo se habían dejado 26 minutos, y eran últimos en la general.
Y el rally llego a su fin
Si, solo hemos hablado del primer bucle del rally, pero lo cierto es que tras la salida de pista de Sergio Vallejo, lo único que quedaba de emoción en el Rally de Llanes era ver si alguno de los pilotos de cabeza cometía algún error. De hecho, en los tramos de la tarde, las siete primeras posiciones iban a permanecer sin cambios.
Miguel Fuster se turnaba en los scratch con Sergio Vallejo, salvo en la segunda pasada por la nueva especial de Gamoneu, donde el más rápido iba a ser Jonathan Pérez. Pero finalmente la victoria final era para Fuster, que se imponía por primera vez en el Rally de Llanes. Segundo finalizaba Joan Vinyes, mientras que el podio lo completaba su compañero de equipo, Gorka Antxustegi, consiguiendo así subir a los dos Suzuki oficiales al podio.
Más errores en el primer bucle
Pero el de Vallejo no iba a ser el único error que vimos en el primer bucle. Jonathan Pérez también iba a pinchar en la primera pasada por Nueva - Labra, quedando automáticamente descartado. La misma suerte sufría Oscar Palacio, que además pinchaba en el mismo sitio en la segunda pasada, por lo que el campeonato asturiano se decidía a favor de Jonathan Pérez.
Tampoco iba a tener suerte Surhayen Pernía, que veía como un palier de su Mitsubishi Lancer EVO X se rompía en el primer tramo. El piloto cántabro perdía cerca de 3 minutos en las dos primeras especiales, aunque conseguía llegar a la asistencia, y reparar su vehículo, aunque ya sin ninguna opción de luchar por la victoria.
En el apartado de abandonos, destacamos el de Fran Cima. El piloto asturiano comenzaba la prueba en sexta posición, que podría haberse transformado en la cuarta de no ser por el error que cometía también en Nueva - Labra. El Seat León Supercopa terminaba impactando contra un guardarrail, dañando la dirección, y viéndose obligado a tomar la senda del abandono.
Terminamos nuestro repaso por las desgracias de algunos de los principales protagonistas, hablando del letón Marcis Kenavs, que sufría un pequeño vuelco. Según parece, algo se rompía en la suspensión de su Mitsubishi justo antes de tener el accidente, y aunque Kenavs llegaba hasta la asistencia, no podía repararlo, y se veía obligado a abandonar.
Un campeonato patas arriba
Como ya hemos comentado al principio, este resultado pone el campeonato al rojo vivo. Ya lo adelantamos en nuestras cuentas, Sergio Vallejo seguiría líder del campeonato fuera cual fuera el resultado del Rally de Llanes, por lo que en este sentido, no hay novedades. Pero la diferencia al frente de la general del piloto gallego ha desaparecido, y ahora Vallejo solo cuenta con 5,5 puntos de ventaja con respecto a Miguel Fuster, que se mantiene segundo.
El campeonato se dirige ahora hacia el Rally de Cantabria, una prueba en la que los Porsche 911 GT3 nunca han conseguido la victoria. Además, hay que contar con la presencia del Mini RRC de Luís Monzón, que podría intercalarse entre ambos, e incluso impedir la victoria de cualquiera de ellos.
Fotos: César Rodríguez
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