Por otro, también estaba presente la Copa Dacia Sandero, en la que el gran ausente iba a ser Conrado Fernández, que se veía sustituido por el mallorquín Antonio Alarcón, que a pesar de sufrir una aparatosa salida de pista, lograría alcanzar la meta, por lo que se proclamaría ganador.
En cuanto al Grupo N, la ausencia de Joan Carchat, que se proclamaba campeón gracias también a la ausencia de Edgar Vigo, dejaba en solitario al gallego Pablo Silva, que terminaría siendo el ganador de la categoría a los mandos de su Mitsubishi Lancer EVO IX.
La División II más animada
La División II iba a estar algo más animada, al menos en lo que se refiere al número de participantes. Los Suzuki Swift S1600 oficiales dominaban sin oposición durante toda la prueba, con Joan Vinyes siendo el más rápido en las seis primeras especiales, y Gorka Antxustegi haciendo lo propio en las dos últimas. La victoria era para Vinyes, que conseguía algo más de medio minuto de ventaja sobre su compañero de equipo, Antxustegi, que da un paso más hacia la consecución del título.
La tercera plaza era para el piloto local Daniel Peña, que a los mandos de un Citroën DS3 R3T, no solo completaba el podio de la División II, si no que, además se proclamaba campeón del regional cántabro de rallies. Su principal rival en este sentido era Manolo Cabo, que en el primer tramo se quedaba sin interfonos, y posteriormente abandonaría antes del segundo con problemas mecánicos.
En cuarta posición encontrábamos al Campeón del Trofeo R2, el Opel ADAM R2 de Esteban Vallín. El piloto asturiano conseguía una nueva victoria en la categoría R2, por delante de un José Luís Peláez que no terminaba de encontrar el ritmo a los mandos del Peugeot 208 R2 del equipo RaceSeven, que tenía diversos problemas con los frenos.
La quinta plaza era para un sorprendente Efrén Llarena, que a los mandos de uno de los Suzuki Swift Sport de la Copa, marcaba unos cronos muy interesantes en la que para él era la prueba de casa.
Fotos: César Rodríguez
Artículos recomendados