Los superspeedways siempre nos dejan con una opinión o la otra. Y hoy no ha sido diferente. La Nationwide nos deja catorce heridos trasladados al hospital. Sí, todos eran aficionados que se han visto afectados por un accidente salvaje en los últimos metros de la carrera de Nationwide.
Un incidente que ha dejado muchos puntos débiles de la seguridad NASCAR, especialmente con las vallas protectoras. Kyle Larson, el campeón de la K&N East, se ha elevado en el aire y ha golpeado la valla metálica que rodean el óvalo. Entonces, en modo guillotina, el motor del Chevrolet Camaro ha salido despedido hacia el público.
A partir de entonces, los rumores, críticas y muchas otras cosas - incluso barbaridades- han circulado por el mundo virtual. Hablaban de heridos y de lo sucedido. Los comentarios iban desde la preocupación a la propia petición de cambio de medidas de seguridad. ¿Cómo se solucionará todo? Han pasado pocas horas. No se pueden hacer previsiones
Stewart, el gran tapado
Tony Stewart, que fue el ganador de la carrera aunque no se le haya dado bombo, consigue una victoria un tanto triste. Por lo menos así lo demostraba, ya que se le veía afectado. "Espero que estén bien los aficionados" comentaba Stewart tras la carrera.
A parte del incidente del final, la carrera ha sido muy bonita y emocionante. Muchos paralelos a tres, demostrando que la NASCAR puede ser segura. Sólo cabe destacar un big one a parte del último, mientras que las demás han sido causados por problemas mecánicos: Patrick, Busch... Todos afectados por la refrigeración que el bump-draft impide.
Stewart puede repetir mañana en la Daytona 500. Se espera que la valla esté reparada, y esa tirita entonará un tono heroico en la quincuagésima quinta vez que se dispute la Gran Carrera Americana. Y en Estados Unidos saben cómo hacerlo.
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