Ayer a estas mismas horas escribía sobre la posibilidad que tenía Patrick de mojar la oreja a todo el pelotón. No me imaginaba que fuera factible, ya que contaba con la posibilidad de mejora de los demás: ya sabéis, los típicos ajustes milimétricos que te dan un mundo... Y quien iba a pensar que ese mundo lo conseguiría en pista.
La pregunta del millón tiene respuesta
Una vuelta casi perfecta, pero que le ha valido la pole. Sí, Danica Patrick lo ha conseguido por sus propios méritos. Un segundo tercio de vuela estratosférico. Se podía apreciar en el marcador de tiempo de cada uno de los contendientes.
La curva 3 y la curva 4 han sido la tumba para muchos, mientras que Danica flojeaba en los primeros metros. Letal y efectivo, el Chevrolet #10 tenía una punta inigualable en la backstretch. Varios pilotos han perdido casi medio segundo en esa zona. "Tengo el consuelo que fui el tío más rápido" comentaba Gordon, que ha hecho segundo.
Ni Earnhardt, ni Kenseth. Incluso su por asi decirlo jefe, Tony Stewart, se quedaba detrás de su estela. Lo curioso es que los séis primeros pilotos llevan Chevrolets, de forma que se confirma el bajón de rendimiento de los Ford. Destacar también la gran actuación de Trevor Bayne, ganador de las 500 en 2011.
En una semana se escribirán páginas sobre Patrick, si no lo están haciendo ahora. Unas páginas que son verde esperanza. Una esperanza que liberará una serie de réplicas por ambos sectores, sean conservadores o no. Pero qué más da, es automovilismo. Es NASCAR. Es la Daytona 500.
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