La carrera de Texas del mes de abril pasará a la historia por varios motivos. El primero es que es la primera vez desde Daytona en 2012 que la carrera se traslada al lunes. La segunda son las situaciones bizarras que se vivieron. La tercera, que ya van siete ganadores distintos en siete carreras, algo que no sucedía desde 2003, temporada en la que hubo ocho ganadores en las ocho primeras citas de la NASCAR.
Joey Logano en este caso fue el que recibió la bandera a cuadros en un final de infarto tras una bandera amarilla al límite de la bandera blanca. Logano se había ganado el derecho a estar en el Victory Lane todo el día, siendo constante y cometiendo 0 errores.
"Hemos estado en la lucha en cada carrera este año, y estoy orgulloso de ello", declaró Logano al bajar del coche."Me sentí preparado y confiado para esta carrera. Por alguna razón sabía que íbamos a ganar. Le dije a todd [Gordon, su jefe de mecánicos] 'ganaremos esta semana'. Me cabree mucho cuando no hicimos la pole, pero sabía que teníamos el coche para ganar."
En el momento de salir la bandera amarilla final, todos entraron al pit-lane para cambiar los maltrechos neumáticos. Jeff Gordon se arriesgó con cambiar sólo las de la derecha, al igual que Brian Vickers. No les salió la jugada y el #24 de Hendrick no pudo aguantar al avión rojo y amarillo de Penske.
'Junior' al muro, Harvick rompe de nuevo y Larson convence
Más allá del duelo en las vueltas finales entre Logano y Gordon, la carrera estuvo marcada por una arrancada bajo bandera amarilla. Pocas veces se usa este sistema, y en este caso fue por los parches de humedad que aún quedaban en la pista tras la tormenta del domingo. Pocas vueltas tras la bandera verde, Dale Eanrhardt Jr. golpeaba la hierba, rompía la suspensión de su Chevrolet y se iba al muro con violencia.
Otra de las víctimas de la carrera fue Kevin Harvick, que desde Phoenix no ha habido ninguna carrera que no sufriera problemas mecánicos. Ayer volvió a expirar su motor, dejándole KO a las primeras de cambio.
Por último, la sorpresa positiva fue la gran actuación -de nuevo- de Kyle Larson. El de California está dejando buenas sensaciones en pista, y ayer consiguió el enésimo top-10 en una temporada que pinta bien para el #42 de Ganassi. Durante las 340 vueltas que duró la carrera, la mayor parte las estuvo luchando con Kyle Busch, quien parece que a parte de ser su tocayo, es su némesis particular.
Esta semana llega la primera carrera nocturna oficial del año en el óvalo de Darlington. La Dama de Negro suele deparar buenas carreras, y las trazadas son muy curiosas. ¿Igualaremos la temporada 2003 con ocho ganadores en las ocho primeras carreras? La madrugada de sábado a domingo lo sabremos.
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