Sacar los codos
La carrera empezaba bajo el sol, con Allgaier en pole y Austin Dillon acompañándole en la primera línea. Por entonces ambos Kyle salían atrás. Larson y Busch estaban en la séptima fila. Bristol les esperaba.
No fueron los líderes durante la primera parte de carrera, honor que se alternaron Justin Allgaier y Brad Kesewloski. El #22 de Penske se abría paso dando capones a diestro y siniestro. Abría los codos, se hacía un lugar al frente de la carrera por medios un tanto agresivos y, legales.
Como Bristol son a penas 800 metros, los doblados llegaban pronto. La sorpresa saltaba cuando Elliot Sadler, subcampeón en 2012, perdía vuelta con el grupo delantero. No es el año del #11. Aunque no era otro que sufriría un incidente que le dejaría K.O.
Nelson Piquet Jr. había mantenido una posición cómoda en el top-20, pero un incidente con el #55 le apartaba de la lucha constante por posición. Era la vuelta 105 y tanto Kyle Busch como Kyle Larson jugaban al ajedrez. Paso a paso ganaban terreno, y el liderato se acercaba a ellos.
Doblados milagrosos
Tras unas setenta vueltas caóticas en las que habían salido más de la mitad de las amarillas totales, ambos Kyle estaban en el top-10, separados por varias posiciones. En la última resalida Kyle Larson era sexto, mientras que Kyle Busch se pegaba por el liderato.
Harvick necesitaba ir a velocidad de crucero tras su parada táctica. Sus neumáticos estaban al 100%, pero quizá perdiera demasiado tiempo. Delante, Kyle Busch y Larson se las veían con Vickers, pero este no les pudo aguantar el ritmo. El #32 de Larson se acercaba con peligro al #54 de su tocayo.
El estudio fue digno de cátedra. Larson le seguía, ni un centímetro erraba. Lanzaba el coche en las curvas de la misma forma que lo haría un campeón. Mantenía e incluso recortaba la distancia. La adrenalina le latía en las venas marcando un tempo aceleradísimo, digno del hevay metal. Tan dura e igualada estaba siendo la carrera que casi se decide por los doblados.
Mientras que anteriormente le habían valido a Kevin Harvick para mantener el liderato en cierta parte de la carrera, ahora debían jugar con ellos. Recordemos que en la NASCAR no existe la obligación de dejarse pasar. Aquí haces lo que puedes para seguir en pista, y esa permisividad te puede costar cara.
Entraban en la última vuelta y los pilotos con vuelta perdida hacían acto de presencia. Como en la Sprint Cup de Las Vegas. Pilotos fantasmas que rondaban la corta pista de Tenesse y que...¡Larson sigue por la línea exterior! ¡Se pone en paralelo con Kyle Busch y le deja una cicatriz en su lado derecho! ¡Kyle Busch gana por un cuarto de coche! Los truenos retumbaban en Bristol, y no precisamente eran de tormenta.
Más allá del resultado, esto significa que tenemos una estrella en ciernes. Y lo mejor es que corre por instinto. "Lo único que hago es correr. No tengo mucha idea sobre cómo ajustar el coche. " comentaba al acabar Kyle Larson.
Una batalla que llenará las pantallas de muchos ordenadores y televisiones durante años. El novato contra el mejor en activo en el circuito. Casi se le sube a la barba. Un momento épico en el Valle de los Truenos. Dos rugidos al unísono. Uno recibía la mayor puntuación por estar inscrito. El otro, la bandera a cuadros.
Jeff Foxworthy's Grit Chips 300
1. Kyle Busch - Toyota,
2. Kyle Larson - Chevrolet
3. Brian Vickers - Toyota
4. Sam Hornish Jr. - Ford
5. Kevin Harvick - Chevrolet
6. Regan Smith - Chevrolet
7. Chris Buescher - Ford
8. Justin Allgaier - Chevrolet
9. Parker Kligerman - Toyota
10. Brian Scott - Chevrolet
11. Austin Dillon - Chevrolet
12. Trevor Bayne - Ford
13. Mike Bliss - Toyota
14. Alex Bowman - Toyota
15. Brad Keselowski - Ford
16. Travis Pastrana - Ford
17. John Wes Townley - Toyota
18. Reed Sorenson - Ford
19. Josh Wise - Chevrolet
20. Scott Riggs - Ford
...
34. Nelson Piquet Jr. - Chevrolet
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