Tales piezas son vitales en la aerodinámica de los coches, y el rendimiento en circuitos de alta velocidad se ve claramente influido por su diseño. En todo caso, fueron debidamente confiscadas por la NASCAR, obligando a los equipos a que las sustituyeran por unas que se adaptaran a la normativa, para así abordar de forma plenamente legal la jornada de prácticas del viernes. Así, los coches pudieron pasar nuevamente la inspección, esta vez sin problemas.
Imposición de duras sanciones
Como consecuencia de tales irregularidades, además se han impuesto duras sanciones a los jefes y responsables de los equipos infractores. Multas de unos 50.000 dólares, además de suspensiones que, en algunos casos, como el de Chad Johnston, Rodney Childers o Frank Kerr, se extienden hasta el final de la temporada. Incluso los pilotos afectados serán sancionados con 25 puntos menos en la clasificación del Campeonato.
Uno de los responsables del equipo Waltrip Racing afirma que "nuestro equipo es muy serio y cuidadoso en su trabajo, siguiendo las directrices mercadas por la NASCAR." Además, apunta que realizarán una investigación interna, para así señalar a los posibles responsables de tal incumplimiento. "Agradecemos a la NASCAR que aporte una equitativa normativa para todos los competidores, y respetamos sus decisiones. Por tanto, no apelaremos su sanción."
Los responsables del equipo JTG, por su parte, se sumaron también a la declaración de intenciones de Waltrip, declarando que tampoco recurrirán la penalización impuesta.
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