La sesión de clasificación nos han dejado un tercer poleman diferente en este 2014. Shane Van Gisbergen ha clavado una vuelta estratosférica en el Top Ten Shootout , desbancando a un Jamie Whincup que tampoco tenía miedo de no estar al frente del grupo.
Tras la adrenalina descargada ayer, los V8 Supercars entran en un terreno un poco más acorde a su naturaleza: la estrategia y la resistencia. 250 km por delante, pero antes había que decidir la parrilla. Y tuvimos la primer incidente a los pocos minutos. Robert Dahlgren paraba el coche al final de la recta Brabham. 17 minutos para el final y por suerte nadie se quedó con la miel en los labios.
En los minutos siguientes se marcaron tiempos no muy brillantes, pero así los pilotos ya tenían una idea de dónde mejorar de cara a la intentona final que llegaría en los minutos finales. McLaughlin volvía a destacar, aunque ya es menos sorpresa el rendimiento del Volvo en manos del neozelandés.
Y entró otro kiwi en la lucha: Shane Van Gisbergen fluía sobre el trazado y lograba el mejor tiempo. Tras él entraron Lowndes, Whincup, McLaughlin, Winterbottom, Tander, Slade, Bright, Rick Kelly y Holdsworth. Cinco marcas en el top-10, demostrando una vez más la igualdad de la categoría.
Error en el peor momento
Entonces se pasó a la segunda parte de la clasificación. Una vuelta, un piloto y sin errores. A veces lo suyo es ir un poco calmado, ya que cualquier atrevimiento puede costarte caro. A ello añadan que Adelaide es un circuito urbano y puedes dañar el coche en un golpe con el muro.
Los cinco primeros pilotos fueron más calmados. Tander cerró la primera mitad del Shootout con un 1:21.0115, bastante competitivo teniendo en cuenta que los cronos suelen ser más lentos que en una sesión a tiempo. Destacar el buen hacer de Jason Bright en su vuelta, pero el de Brad Jones Racing lanzó por la borda la oportunidad en la última curva.
En la segunda mitad de la superpole llegaban los peces gordos. Primero Winterbottom que daba un giro mediocre, haciendo patente los problemas que sufren los Ford. Al finalizar la vuelta el de FPR la gente se ponía en pie. Scott McLaughlin empezaba su vuelta y.. nada más. El sensor del bordillo en la S de Senna saltaba y anulaba cualquier crono que consiguiera el de Garry Rogers Motorsport. McLaughlin no se enteró hasta el segundo sector, tras el que aflojó. Eso sí, hubiera estado en tiempos de pole. En caso de no fallar en esa primera chicane y tomando el mejor tiempo en el tercer sector, el de Volvo hubiera marcado un 1:20.5661, suficiente para situarle en primera fila.
Con el camino un poco más despejado, Whincup cargó contra el cronometro y pulverizó el tiempo de Tander en dos décimas. Rápido y constante. Como su compañero en la carrera de ayer. Lowndes salía a pista y tras dos sectores iba más rápido que el Holden #1, pero se pasó de frenada en la curva 9, arruinando la vuelta y dejándolo en sexta posición a falta de Shane Van Gisbergen.
Y el kiwi no falló. En una vuelta llena de fibra y muy sana para la previsión que tenía hasta entonces la carrera, el de TEKNO Austosports se anota la tercera pole en Adelaide, tras las dos del año pasado. De hecho también marcó la pole para la carrera del domingo en 2013, anotándose posteriormente la victoria en la misma.
La carrera 3 será una primera intentona para Jamie Whincup para desmarcarse de a priori los dos pilotos más fuertes en el campeonato. McLaughlin y Lowndes deberán subsanar sus errores en una carrera a 250 km en la que mínimo habrá una detención en el pit-lane.
Fotos: V8 Supercars
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