Jamie Whincup salió de Bathurst sin muchos dolores de cabeza. Era líder del campeonato y en condiciones normales sabe que es el más rápido. Esa confianza le hacía llegar a la Gold Coast con la moral alta, y con ganas de rematar lo que parecía un campeonato encarado. Si, parecía.
Las cosas son imprevisibles, y un milímetro más a la derecha puede dejarte sin puerta. A su vez, la puerta cae y provoca una bandera roja. Whincup en ese momento era segundo en la tabla de tiempos, pero como reza la norma: si causas una bandera roja, se te elimina el mejor tiempo y no puedes participar más en la sesión. Y quedaban trece largos minutos aún.
Paso al frente
Ese momento de destacar del grupo. Enseñar tus habilidades, ser superior. En una competición, esa supremacía se busca con ahínco. Horas de trabajo para después sólo ser un par de centésimas ganadas. Poco a poco. Craig Lowndes lleva casi todo el año detrás de su compañero, y los dobletes pocas veces le han beneficiado. Eso sí, la lucha por el campeonato está abierta. Y, debido al incidente de Whincup, era momento de dar la estocada.
El movimiento empezó bien, pues entró en el Top-10 Shootout. La pole estaba tiro, pues la velocidad del Holden Commodore de Triple Eight era más que patente. Clavó la vuelta. 1:10.9569. El único en bajar de los setenta y un segundos. Suerte que no estaba Jamie en la lucha por la posición preferente... Ni los Ford.
Mark Winterbottom y Will Davison no atinaron en la sesión de clasificación. Frosty y su co-piloto Steven Richards venían con la moral alta. Con el campeonato muy abierto, la demostración de habilidad y ese pensamiento de "no son invencibles" tras la victoria en Bathurst, querían llegar arriba. Décimo tercer puesto en parrilla.
"En curva 1 volví a golpear las protecciones de nuevo." - comentba Winterbottom-. "Un error simple y el coche no reacciona como es debido. Los chicos han hecho un gran trabajo para ponerlo todo en orden, ya que el roce ha movido un par de milímetros la configuración y cambia todo radicalmente."
Will Davison fue incluso peor. El de Ford Performance Racing parece haberse desdibujado desde Bathurst, y una vigésimo primera posición en parrilla no le ayuda a causar una buena impresión tras el anuncio de su marcha del equipo oficial de Ford. Y es uno de los candidatos al título.
A seguir por delante
La idea de Lowndes en la salida era de las claras. Pasar líder de carrera por la primera chicane era casi sinónimo de ganar un buen trecho en el camino hacia la victoria. Los pianos elevadísimos de las tres primeras curvas suelen deparar algo de drama, y por eso es fundamental salir delante.
De hecho, los mismos pianos fueron los causantes de la baja de Jason Bright y Andrew Jones. Este último saltó por encima de las denominadas "salchichas" de color naranja, y se estrelló frontalmente contra las protecciones, destrozando el morro del Holden. Debido a que no tenían el coche listo para la carrera 30, se espera que mañana reaparezcan en la clasificación pertinente a la carrera 31.
Así pues, con veintisiete coches en parrilla arrancaban los primeros trescientos kilómetros. Para los relevos y amantes de las estadísticas, los pilotos deben estar un mínimo de treinta y cuatro vueltas en pista. En caso contrario, recibirían la correspondiente sanción. Complementario a esta regla se encuentra el mínimo de carburante que debe ser repostado. Sustituyendo al número de paradas obligatorio, ahora se necesitan 180 litros introducidos en los coches a lo largo de las detenciones en los boxes. De esta forma, se expande la estrategia y no se es tan cuadriculado.
En la primera curva, misión cumplida: Luff, co-piloto del #888, por delante de Murphy y Tander. No tardaría el Holden #2 en presionar, consiguiendo al final de la segunda vuelta sobrepasar al #888. A partir de ahí, Tander tiró lo máximo que pudo. Por detrás se daban regalos en forma de codos y empujoncitos hasta que en la vuelta 12 salió el Safety Car por primera vez. Y hubo peregrinación a los boxes. Pero Luff no. Consiguió posicionarse en cabeza, cosa que le duró poco, pues Daniel Gaunt le pasó en curva 4.
Por detrás, en medio de toda la mezcla de estrategias, coincidían Paul Dumbrell con el #1 y Greg Murphy. Dumbrell, que estaba remontando a marchas forzadas tras el error de Whincup en la sesión clasificatoria. ¡El de Triple Eight se lleva al #22 por delante! ¡Murphy golpea el muro por segunda carrera consecutiva! Greg estaba muy enfadado tras ese contacto, como declaró poco después.
"No sé a quien estaba intentando pasar Johny Reid, pero tuvo que ceder antes de la chicane de la playa"- decía el neozelandés-. "Justo iba detrás de Johny, se le fue un poco de detrás e intenté posicionarme para pasarle. Justo entonces, noté como Dumbrell me golpeaba y acabé en el muro ."
Aguantando el tipo
Tras imponerse a los dos HRT, sufriendo el #2 un problema mecánico que le retrasaría dos vueltas, Lowndes lideraba no sin dificultades. Varios Safety Car habían animado el grupo, y con los pilotos titulares en pista, empezaba la batalla de tiempos.
Tres paradas tenía el #888, que iba encaminado al liderato del campeonato. En la tercera de ellas logró superar a Shane Van Gisbergen con una estrategia de pura protección. El Holden #97 entró primero, y en la siguiente vuelta lo hizo Lowndes. Ya se sabe la fama de los mecánicos de Triple Eight, y salió con cinco segundos de margen. Pero no había acabado todo ahí.
Mientras Van Gisbergen batallaba contra el crono intentando acercarse a Lowndes, una notícia mataba las esperanzas del Erebus #9. Un elemento de la suspensión dejaba K.O. a la dupla formada por Maro Engel y Steven Johnson. "Tenemos un gafe. Siempre que hay un evento grande y los resultados están ahí, hay algo externo que nos impide acabar" relataba abatido el alemán. Habían remontado desde la última posición, y el ritmo era bueno.
Por delante, la dupla que ya luchara en la Clipsal 500 en Febrero, seguía a su ritmo. En tercera posició, un sorpresivo Mark Winterbottom había esquivado todos los incidentes. Pero el trabajo no se había acabado para el de FPR. Su compañero estaba en sexta posición y sufría los ataques de Tony D'Alberto. Sin dinero para el año que viene, espera traer patrocinadores inmediatamente que le permitan sacar adelante el equipo que ostenta su familia. La lucha Ford y Holden aguantó hasta casi la última vuelta, cuando D'Alberto pisó demasiado el piano de la curva dos y casi se queda fuera de la prueba.
Lowndes cruzaba al final la meta primero tras 102 vueltas al límite. Van Gisbergen pegado a su estela entraba segundo, con un merecido podio final para Frosty. La retirada de Whincup tras el incidente entre Dumbrell y Murphy dejaba un hecho. Craig Lowndes se pone líder del campeonato. Y ahora es Whincup quien tiene que apretar. Se giran las tornas por primera vez en tres años. ¿Podrá Lowndes aprovecharlo? Esta madrugada, segundo y último asalto en la Gold Coast.
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