"Estoy muy contenta. Al final no piensas en ninguna cifra, sino en que quieres ganar este año, sobre todo porque ha sido un año muy complicado con la lesión en el codo. Ha sido un campeonato mucho más sufrido de lo que pueda parecer" afirma Laia Sanz, que ha competido durante la temporada con una Honda CRF250, mostrándose realmente intratable puesto que ha conseguido hasta siete victoria en las ocho mangas de las que estaba compuesto el campeonato. En Francia se anotó 11 especiales de las 14 que estaban en juego, siendo la gran reina de todo el fin de semana.
Año de superación
"En Finlandia y Suecia llevaba meses sin tocar la moto. Con la operación no pude estar al cien por cien y sufrí mucho. Es cierto que gané tres de los cuatro días, pero pasándolo mal, sin hacer buenos tiempos. En cambio, aquí en Francia me he sentido muy bien, especialmente ayer, y se ha notado que los dos últimos meses he podido entrenar. Hoy también he llevado un buen ritmo, aunque tenía un pequeño problema en un amortiguador y quizá no iba tan cómoda. En cualquier caso, estoy muy contenta" concluye a modo de resumen de una temporada que vuelve a ser mágica para Laia Sanz.
Con todo, la ya 16 veces campeona del mundo de motos ha cerrado el campeonato de enduro con 157 puntos, 18 más que Daniels y 43 más que Gardiner. Es el segundo trofeo que consigue la catalana este año. El primero fue en enero, en el Rally Dakar, donde conquistó nuevamente el apartado femenino de motos y acabó en una extraordinaria 16ª posición absoluta.
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