Durante los últimos años, los V8 Supercars han ido expandiendo sus fronteras paso a paso. En su momento, compartían evento con la Champ Car en Surfer's Paradise, de forma que se vendían al público americano. Con la marcha de la competición de monoplazas estadounidense, adoptaron una fórmula para atraer miradas transoceánicas: la Gold Coast 600. Todo muy bonito hasta 2013.
En Sandown, como ya comentamos cuando se confirmó a Ryan Briscoe como compañero de Russell Ingall, se estrena la Pirtek Endurance Cup. La propia Sandown 500, Bathurst y la Gold Coast se transforman en un suculento premio más. A la llegada de Briscoe, se unieron voces sobre quien ocuparía el tercer coche que Triple Eight pondrá en pista durante la Bathurst 1000 de este año. Ayer por la noche, de forma explosiva, saltaba la noticia.
La potencia del anuncio era merecida. A poco más de un mes de la visita a La Montaña, el impacto era suculento: Mattias Ekström y Andy Priaulx estarán con el Holden Commodore VF #10 de Triple Eight Race Engineering. La sorpresa no era casi completa por los rumores que unían a Priaulx de nuevo con los actuales campeones, pero si por el sueco de Audi en el DTM.
¿Unión contra un imperio?
A primera vista, parece una anécdota. De hecho, lo sería si no fuera por el trasfondo. En 2013, Mercedes - de la mano de Erebus Motorsports - ha dado el salto a una de las categorías más competidas de turismos en el mundo. Mantuvieron a Tim Slade y a Lee Holdsworth de Stone Brothers Racing, y se quedaron cojos tras la discusión de Shane Van Gisbergen y los hermanos Ross y Jim Stone. Mercedes, que tiene vistas a largo plazo dentro del mercado australiano, situó a Maro Engel en la órbita de la categoría australiana. El alemán es un piloto de confianza dentro de la marca de Stuttgart, y no encontraron problema en subirle al #9 desde la directiva de SBR.
Tras unos primeros meses duros, parece que la marca de la estrella de tres puntas se ha adaptado al ritmo general de la categoría. Lo difícil sigue siendo, a día de hoy, plantar cara a Holden y Ford. La presión sobre los alemanes sube aún más tras la victoria de Nissan en Winton, quedando sólo Mercedes como marca sin conseguir una victoria en 2013. Y aquí entra en juego la guerra psicológica.
Holden forma parte de General Motors, y sus equivalentes europeos son, curiosamente, Vauxhall para Gran Bretaña y... ¡Opel! La marca germana no tiene el brillo que poseía en su etapa DTM, así que, ¿por qué no presionar a la todopoderosa Mercedes? Movimiento a tres bandas, y Opel/Vauxhall/Holden ocupa el puesto de proveedor del vehículo.
La ecuación se completa con dos elementos si mas no curiosos. ¿Quién pilotará el #10? Ekström y Priaulx. Vamos, un piloto Audi y otro BMW. ¡Sopresa, los rivales de Mercedes en el DTM! Se sabe que los de Stuttgart no pasan por su mejor momento en Europa, aunque en los GT Australianos si que van con soltura en su Mercedes SLS AMG. Otro aliciente más que cae a favor de la coalición anti-Mercedes: los V8 Supercars son un buen mercado para Oceanía, ¿por qué no desacreditar al rival en Bathurst?
Dicho y hecho. Ayer mismo, Roland Dane - ahora jefe dentro de Triple Eight Race Engineering tras la marcha de Adrian Burgess a HRT - aseguró que "esperan que el #10 sea un underdog* durante la cita de Bathurst. Tanto Andy [Priaulx, triple campeón del WTCC] como Mattias [Ekström, campeón DTM en 2004 y 2007] son de los mejores pilotos de turismos del mundo". Más presión sobre Mercedes...y Ford.
Asalto al título
Holden y Ford están en plena batalla por el campeonato de pilotos, con los dos mejores equipos de cada bando en la parte alta. Holden no sólo se protege las espaldas de un ataque a nivel comercial de Mercedes dentro de territorio aussie, si no que también carga duramente contra las opciones de Will Davison y Mark Winterbottom. Con un tercer coche de Triple Eight con posibilidad de tocar lo que no suena en Bathurst, la necesidad de un buen resultado de los de Ford Performance Racing aumenta.
De esta forma, Holden se saca un as de la manga a nivel político y comercial, que a su vez da consecuencias negativas en la moral de sus contrincantes. Ekström y Priaulx tienen suficiente talento como para obtener un top-10 en Bathurst si las cosas les salen de cara. Eso sí, todo son suposiciones. Quien realmente decidirá es el Mount Panorama. Ya tiene lavando la toga y prepara el mazo de madera. Siempre ha sido juez del campeonato, y el veredicto de este año está a un mes de saberse. Un veredicto con tintes internacionales.
*: Underdog hace referencia a un invitado de excepción que no entraba en las quinielas. Normalmente suelen ser equipos con bajo presupuesto o invitados, como sería en este caso.
Fotos: DTM Media & V8 Supercars
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