El anuncio de que Sébastien Loeb realizará unos test con Citroën en el nuevo C3 del Campeonato del Mundo de Rallies (WRC), ha abierto una gran posibilidad de que para el año que viene el astro francés abandone a Peugeot Hansen. El equipo de rallycross cuenta desde 2016 con los servicios de este piloto y los resultados son más que favorables hasta el momento, motivo por el que sería una triste noticia tanto para la escudería francosueca como para los aficionados al Campeonato del Mundo de Rallycross. Esto sería un paso adelante para Kevin Hansen.
El fichaje de una superestrella mundial del automovilismo como Sébastien Loeb por un equipo de rallycross fue de un gran impacto. El nueve veces campeón del mundo de rallies, más que nadie en la historia, llegaba a una nueva disciplina que ya probó en los X Games unos años antes. Peugeot Hansen, un equipo con apoyo del fabricante galo, consiguió un gran acuerdo con el piloto que lo mantiene unido a ellos hasta la actualidad, convirtiéndose en uno de los mejores pilotos con unos muy buenos resultados obtenidos por mérito propio.Tras dos temporadas en la élite del rallycross, estas pruebas que realizará el francés con el equipo oficial de Citroën en el Mundial de Rallies abren muchas posibilidades de cara a la temporada que viene. Muchos equipos querrán impedir que la supremacía de PSRX Volkswagen Sweden siga vigente para entonces y es por ello que Peugeot Hansen deberá plantearse qué hacer de cara a ese nuevo curso que por abril de 2018 dará comienzo en la que para esa ocasión será la quinta temporada desde la creación de esta serie.
La primera opción de los francosuecos es retener a su estrella en el asiento de su Peugeot 208 WRX. Esto es algo complicado en caso de que el francés quiera irse. Los rallies siempre han sido la gran pasión de este piloto que hasta tiene un videojuego con su nombre de esta disciplina. El adiós de Sébastien Loeb, que aún no se ha confirmado y tardaríamos algún tiempo en poder confirmarlo, del rallycross reduciría considerablemente las opciones de volver a ser campeones por equipos para el conjunto de Kenneth Hansen, teniendo que buscar una alternativa más que seria para luchar con sus dos Supercoches por la pareja de títulos que se pone en juego cada semana.
El mejor plan en lo que sería una era post Loeb no está lejos de casa, literalmente. La familia Hansen está dedicada al completo al rallycross siendo Kenneth Hansen el dueño del equipo y el expiloto más laureado de la historia, Sussan Hansen, la mujer de Kenneth, otro de los integrantes de un conjunto que tiene como pilotos a los dos hijos de esta pareja. Timmy Hansen es piloto principal y logró el título mundial por equipos en 2015 con esta escudería, Kevin Hansen es el otro hijo, menor que el primero, y otro piloto, que en esta temporada no está puntuando para el campeonato por escuderías. Él es el mejor plan posible.
Tener un padre que ha sido campeón de europa más de diez veces es complicado, sobre todo si tú también te dedicas a este deporte de motor y esperas no tener la presión de tener que ser incluso mejor que él desde el comienzo. Kevin Hansen apuntaba alto desde hacía ya unos años y desde que se introdujo en el equipo de su padre, parece que podría superarle en cuestión de tiempo. La categoría RX2, en su momento llamada Lites, fue pan comido para un sueco que sin tener la mayoría de edad lograría subirse ya a un Supercoche, haciendo acto de aparición en el campeonato europeo y haciéndose con él de manera abrumadora, sin necesitar siquiera participar en la última prueba ya que en la penúltima, contaba con ventaja de sobra.
Acabó el 2016 de manera espectacular y para el 2017, los planes fueron muy distintos. Cumplió en mayo los 19 años de edad, por lo que tiene por delante una trayectoria aún muy larga. En lugar de volver a competir a nivel europeo, Peugeot Hansen decidió que fuera piloto permanente en la serie mundial, pero con el coche del 2016 sin haber realizado mejoras en él, siendo su misión la de curtirse con los mayores a la espera de que Timmy Hansen o Sébastien Loeb, abandonasen el equipo, algo que hasta ahora mismo, parecía muy improbable. Si bien es cierto que si se marchaba alguno de los dos sería el galo, poco se podía pensar que los rallies pudiesen tentar tanto al francés.
Que los hermanos Hansen compitiesen en igualdad de condiciones y contra los mejores equipos y pilotos, sería un sueño para su padre. No podría haber mejor manera de sustituir a un gran piloto con otro que además, es parte de la familia. La habilidad de ambos al volante es más que real y demostrable, siendo posiblemente en 2018 una dupla temible que muchos querrán tener en el punto de mira, sobre todo aquellos que apostaban por un Kevin Hansen campeón del mundo en la categoría de pilotos, y no descartando también en la de equipos.
Opciones como la vuelta de Davy Jeanney para cubrir esa posible baja de Sébastien Loeb se antojan complicadas. El recambio natural sería el del joven piloto que aún compagina estudios con su carrera profesional, y que por supuesto recibe un apoyo muy importante desde lo más alto de Peugeot Hansen. Ni que decir queda que de lograr ser piloto principal, no se le podría acusar de 'enchufado' ya que ningún piloto puede decir que es campeón de RX2 y de Europa de Supercoches a la edad de 19 años y aún más con la autoridad con la que ha vencido a sus rivales.
Por supuesto, todo queda a falta de confirmación que como muy pronto llegaría tras los tests de Sébastien Loeb con Citroën que serán privados y de los que únicamente se conoce que serán sobre asfalto. Otra opción, aunque compleja, sería que combinase ambas categorías, siempre que el calendario no lo impidiese. Al tratarse de dos competiciones de muy alta seriedad y de continuos test entre pruebas, se hace muy complicado que podamos verle competir en las dos disciplinas aunque no se solapasen las pruebas de una y otra disciplina. Por supuesto, de volver a los rallies, podría disputar alguna prueba suelta con Peugeot Hansen gracias a la buena relación entre equipo y piloto.
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