Previo Clipsal 500: despertando a los V8 Supercars y los horarios

Menos de tres horas para que arranquen los motores V8 de cinco litros. Es como despertar a un gigante dormido: la adrenalina fluye por tus venas cuando escuchas la ronca voz de los motores desfilando por el pit-lane. Esta noche empiezan los V8 Supercars 2014.

Con muchas dudas por resolver, la categoría australiana dará su sonoro discurso en Adelaide, circuito conocido en todo el mundo. Si damos una vuelta al mismo, o si damos una vuelta por la ciudad, ya vemos que la gasolina corre por las venas de su población. Podemos vivir en la calle de Ivan Capelli o Mika Häkkinen entre otros muchos nombres. Y si entramos en el circuito tenemos aún más referencias.

La S de Senna

El Adelaide Park Circuit es ratonero y castiga mucho físicamente debido a las altas temperaturas. Eso también provoca un exceso de consumo en los vehículos, a la vez que sus curvas de 90º no dan pie a jugar con la inercia del coche e impiden un control personalizado del carburante. Las paradas son clave, pero aún más el recorrido de las suspensiones.

Si por algo son conocidos los V8 Supercars es por su plasticidad. Hincan el morro cuando frenan, casi se levantan cuando se acelera y lo mejor de todo: saltan. Acostumbrados los europeos a un coche de carreras estático, el recorrido de las suspensiones de los V8 Supercars crea la idea que los coches están vivos y atacan cada milímetro del trazado. En Adelaide se encuentra uno de los lugares icono del campeonato: la S de Senna.

La primera chicane del circuito ofrece una vista única para observar como los pilotos posicionan sus monturas, a la vez que ves las fuerzas que se aplican a la mecánica. La primera tanda de repeticiones a cámara lenta se servirá tras este evento, y es quizá una de las más espectaculares. Si entras antes en la primera curva, golpearás los neumáticos y quizá dañes la suspensión. Si entras pasado tienes tres opciones: tirar recto por el asfalto y grava, saltar en el piano de la segunda curva y llevarte un aviso (tienes dos oportunidades para hacer saltar el sensor. Una vez sobrepasas ese número, por cada activación del sensor es un drive-through) o saltar en el piano y descuadrar el coche enviándolo a las protecciones.

La infame curva 8

El punto negro del circuito. Una curva que se toma a unos 200 km/h y que sólo tiene una trazada, así como el punto clave en toda vuelta de clasificación. Es de esos sitios en los que puedes ganar o perder una pole position, una carrera o incluso la vida.

Puede sonar dramático, pero en este punto fue donde Ashley Cooper perdió la vida en 2008 tras impactar contra el muro a más de 200 km/h. Entonces, para mejorar la seguridad, no fijaron al suelo los muros de cemento, de forma que se absorbiera la fuerza del impacto.

La técnica para pasarla es sencilla pero a la vez complicada. Mientras se frena con suavidad se dirige el coche al vértice. El pequeño piano interior sirve como referencia, pero nunca de ayuda. Si se pisa desequilibra la parte trasera, provocando que tengas que sudar la gota gorda para no golpear el muro. Una vez sobrepasado el vértice se acelera progresivamente mientras el retrovisor izquierdo roza el muro exterior para encarar lo que antaño fue la recta Brabham. De hecho, en el muro exterior se sitúa la Wall-Cam particular, dejándonos imágenes espectaculares de los coches pasando rozando las protecciones.

Favoritos y tapados

Dejando de lado los puntos clave del trazado, la temporada 2014 es una de las que más expectación levanta. Cinco marcas en pista tras la llegada de Volvo, y una lista larga de favoritos a estar delante. En 2013 hubo un total de trece ganadores distintos en treinta y seis carreras, y decidiéndose el campeonato en la última carrera.

De cara a la presente temporada, Triple Eight sale como favorito, aunque hay otros equipos que estarán en liza. Comentamos en su día las posibilidades de los equipos oficiales, pero quienes dan realmente gusto al campeonato son los equipos privados, como por ejemplo Brad Jones Racing.

Con Fabian Coulthard y Jason Bright a los mandos del Holden Commodore, sus posibilidades crecen como la espuma. En 2013 el equipo consiguió su primera victoria, así como finalizó en un meritorio tercer puesto en el campeonato. De sus dos pilotos -sin contar el REC que llevará Dale Wood- quien quizá puede dar más guerra es Fabian Coulthard. El primo segundo del piloto de F1 David Coulthard -y no es broma- es de los rápidos, aunque le falte pulir mucho el cuerpo a cuerpo. Por su parte, Jason Bright cuenta con una larga trayectoria a sus espaldas y es un poco a la inversa de su compañero: le falta velocidad pura pero es duro de roer, como demostró en Bathurst o Sydney.

Otro de los equipos que estará en el alero es TEKNO Autosports. Con un coche en 2014 quieren focalizar el trabajo y dar un arma al ganador de la Clipsal 500 en 2013 Shane Van Gisbergen. El kiwi se ha recuperado de un mal año 2012 en Stone Brothers Racing y si se le da buen material es temible en los circuitos urbanos y con la pista deslizante.

Por último, si hay un equipo que puede dar la sorpresa en base al rendimiento en 2013 es Dick Johnson Racing. La marcha de Chaz Mostert a Ford Performance Racing es quizá su mayor dolencia, aunque con David Wall y Scott Pye nunca sabes que puede pasar. Pye es el subcampeón de 2012 en las Dunlop Series, justo por detrás de Mostert. En su segunda temporada completa se esperan grandes cosas del joven piloto, y con la ayuda de una leyenda como es Dick Johnson quizá mejore paulatinamente.

Pasada la medianoche arranca uno de los gigantes en el mundo del motor. Los V8 Supercars están listos para rodar y para demostrar que, a día de hoy, es una de las mejores categorías de turismos, sino la mejor.

Horarios

Fotos: V8 Supercars