Un golpe en la muñeca tras un accidente no es suficiente para frenar a un nueve veces campeón del mundo de rallies. Una salida de pista en el rally Silk Way no ha impedido que tengamos a Sébastien Loeb en la que será la octava prueba del Campeonato del Mundo de Rallycross. El piloto de Peugeot Hansen aceptó en el parón de julio hacer pruebas para Citroën en el WRC (Campeonato del Mundo de Rallies) y podría suponer que este fuera su último año en esta disciplina. Sobre esto no ha hablado el galo pero sí afirma que espera lograr otro buen resultado en Trois Rivières, Canadá.
Tras dos podios en las dos últimas citas de este campeonato, el ritmo debe mantenerse e incluso mejorarse para el arreón final que les espera a los pilotos. En este primer viaje fuera de Europa, el francés ha señalado que "será muy diferente a lo que ha vivido durante estas últimas semanas", en las que ha competido en coches diferentes a su Peugeot 208 WRX. Su estancia aquí el año pasado asegura que fue "agradable" y que "disfrutó" tanto del ambiente generado por los aficionados como del circuito, del que ha destacado que "es diferente al resto del campeonato".Sobre este circuito que obliga a tener una configuración destinada a la velocidad punta, ha señalado lo siguiente: "El lugar en el que están los muros te impide cometer muchos errores, sin embargo, nos esforzaremos por ser los más limpios posibles", añadiendo que esto será la clave para tener una buena oportunidad en la Final del domingo, en la que seguramente le veamos a él y puede que a su compañero de equipo Timmy Hansen.
La vuelta de Sébastien Loeb a esta competición tras sus apariciones esporádicas en los rallies y posterior anuncio con Citroën, hacen que los ojos estén más puestos en el galo que nunca, ya que todo apunta a que esta será su última temporada dentro del equipo Peugeot Hansen y del Mundial de Rallycross, que perdería así a una de sus estrellas, que es además uno de los reclamos más importantes de la competición junto a Ken Block y Petter Solberg.
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