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V8 SUPERCARS

Tasmania 400: Jamie Whincup gana y Craig Lowndes enamora

Victoria para Jamie Whincup en un final con déja-vú incluido, que deja al piloto con doblete de momento en esta prueba.

Tasmania 400: Jamie Whincup gana y Craig Lowndes enamora

Tasmania 400: Jamie Whincup gana y Craig Lowndes enamora

Levantarse de la silla, que tu corazón lata a las mismas revoluciones por minuto que los coches que estás viendo competir. Es una sensación única, y si la repites dos veces en menos de un mes, es impagable. La victoria ha vuelto a quedar eclipsada, sólo que esta vez se han intercambiado las tornas entre el ganador y uno de los participantes en la lucha de Adelaide.

Craig Lowndes le ha robado el protagonismo a Jamie Whincup, como a él se lo robaron en el primer evento del año. La remontada del #888 ha sido de las legendarias, y me pregunto que hubiera pasado si los doblados no hubieran entretenido al grupo tras el segundo coche de seguridad. Esta historia tiene un principio, pues algo ha debido pasar para que saliera último el Holden #888 de Triple Eight Racing Engineering.

La pegatina de la discordia

Tras la doble sesión de clasificación de la mañana, saltaba la liebre que posteriormente sería abatida: Craig Lowndes era investigado por infringir el reglamento técnico aerodinámico. El mundo del motor es tan meticuloso que no fue por un elemento aerodinámico propiamente dicho. La razón fue una pegatina que cubría -y a su vez suavizaba- uno de los orificios de ventilación de la ventanilla trasera derecha. Puede parecer una tontería, pero cualquier aspecto puede modificar tu configuración y beneficiarte.

En Triple Eight coincidía un ambiente un tanto caldeado cuando se supo la noticia, al acabar la carrera 4. Whincup y Lowndes se habían tocado en la curva 6, acabando Lowndes en la hierba y Whincup recogiendo el liderato en bandeja de plata. Al finalizar, Lowndes estaba muy enfadado, pero decidió apaciguar su mente. En la segunda podría... Se quedó en un podría tras la sanción. A más de uno le hubiera enervado, pero no al Asesino Sonriente.

En parrilla estaba concentrado. Empezar atrás es complicado. Un golpe mal dado y acabas fuera de carrera y pierdes puntos valiosísimos. Pese a ese peligro, decidió salir desde parrilla. ¡Melé en curva 4 con Dahlgren, Courtney y Davison implicados! Con cuidado, Lowndes deslizaba el coche por el interior de la horquilla peraltada. Pasaba por meta, y salía el coche de seguridad para ayudar al Mercedes #9 a regresar a la pista. Décimo octavo. El plan iba como esperaba, pues el periodo de coche de seguridad le ayudó a no distanciarse de la cabeza por luchas innecesarias. Necesitaba mantener la calma. 100 kilómetros son muchos.

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En la otra punta del pelotón, Whincup seguía mandando y la nueva regla de las resalidas le ayudó. Supo distanciarse de Winterbottom lo justo para que el de Ford no le diera mucho la tabarra. Mantenía la distancia. Whincup sabía que las gomas a final de carrera podían ser cruciales y, tras unas intentonas de despegarse seriamente de Frosty con vueltas rápidas, vio que no era posible. Por detrás mientras, el león atacaba.

Pues en paralelo, si lo deseas

Con la delicadeza de un felino adelantaba, mientras el grupo tenía que ceder para evitar una salida de pista o un incidente tonto. En las carreras se trata de llegar al final, y las manos y pies de Craig Lowndes lo tenían todo preparado. Era momento de arrear en el culo al león, cabalgar rápido y sencillo. Holdsworth, Perkins, Pye, Kelly... todos caían a su merced a falta de llegar los huesos duros de roer, como Bright. Y de todos los incidentes que se salvó Lowndes, curiosamente le benefició uno.

Mostert y Rick Kelly estaban luchando por posición, cuando el de Ford golpeó al #15 de Jack Daniel's Racing, provocando que se fuera a la misma trampa de tierra que en la carrera 4. "No me gusta nada esta escapatoria, es muy muy pegajosa" comentaba con humor en Twitter el campeón de 2006. Coche de seguridad y Bright que se enganchaba a Lowndes, pero que a su vez el grupo se quedaba en un suspiro. Whincup contra Winterbottom con Coulthard a la espera, Lowndes atacando a McLaughlin y, lo mejor de todo, con doblados de por medio. Y esa fue la clave de la victoria de Whincup. Pero las cámaras seguían fijándose en el otro Red Bull.

En la resalida Bright pasó a Lowndes antes de la línea de meta, cosa que le ha acarreado una sanción al de Brad Jones Racing que le aleja de la sexta plaza final en el día de hoy. Por delante suyo, en medio de unos doblados molestos, Lowndes acosaba a McLaughlin. Armado con la sandalia, el kiwi resistió al #888 unas vueltas, pero a falta de dos, retrocedíamos en el tiempo. Lowndes se tira al interior de la curva 6...¡McLaughlin le aguanta! ¡Se tocan en curva 7 pero ninguno cede! ¡McLaughlin doma al león con tesón! En la última vuelta, las afiladas garras de Lowndes no se pudieron cobrar una nueva víctima, pero el Asesino Sonriente hacía recuento. Veinte posiciones en cuarenta y dos vueltas. Del vigésimo quinto puesto al top-5 final. Servía.

"No, si la sonrisa nunca se fue del todo. Sabíamos que tendríamos tráfico y el coche era un tiro en las rectas, justo lo que necesitábamos. Apreté al coche todo lo que pude", declaraba Lowndes al final de la carrera.

Tasmania 400: Jamie Whincup gana y Craig Lowndes enamora

Jamie Whincup tiene hambre de campeón. No se cansa de ganar, de rematar al rival. Ni tampoco de competir. Ese espíritu ganador se contagia quizá, o quizá se clonara en el contacto entre Whincup y Lowndes en la carrera 4. Lo que es cierto es que Red Bull Racing Australia en su totalidad ha demostrado que si corren en serio son imparables.

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