Contar quienes son quizá sea más o menos difícil, pero lo intentaré. Empezaré por el de casa, el que levanta la pata y marca terreno sin ni siquiera tener intención de hacerlo. La marca estrella, la que ha dominado en los últimos años.
Holden
La marca del león afronta un futuro incierto en cuanto a las fábricas en Australia, pero por lo menos las últimas noticias son favorecedoras: los coches con los que decida participar General Motors seguirán llamándose Commodore. El significado es claro ya que una desaparición de Holden en su totalidad del continente oceánico sería un cataclismo para la competición y para el orgullo australiano.
Siendo la actual marca ganadora, Holden es el rival a batir. No por resultados, sino por el propio coche. Un monstruo que lleva desde 2009 anotándose cada uno de los títulos de marcas y que sigue teniendo hambre de batallar y ganar. Son los favoritos sin lugar a dudas. La pregunta es qué equipo será la abanderada de los leones. Dos opciones claras, otras con un asterisco.
El principal preparador Holden dentro de los V8 Supercars ahora por ahora es Triple Eight Race Engineering. Actuales campeones con Jamie Whincup al frente, este equipo cumple con todos los requisitos que se necesitan para ganar. Su forma de trabajo es impecable y, pese a que a veces tienen algún desliz, siempre saben sacar el 110% al Commodore. Hay pequeños cambios a nivel de ingenieros, pues Gran McPherson abandona Ford y será el nuevo ingeniero de pista de Craig Lowndes, mientras que Jeromy Moore se viene a Europa a trabajar con Porsche. Eso sí, Triple Eight no está solo en esto.
En Walkinshaw Racing quieren evitar como sea un nuevo triunfo del equipo de Roland Dane. El otro equipo pata negra de Holden lleva años batido por Triple Eight y pese a que en 2009 les arrebataron el de marcas (por aquel entonces el equipo de Roland Dane corría con Ford), hace más de una década que un piloto no es campeón con el equipo oficial. Este año, a la marcha de Nick Percat se le complementa la llegada de Charlie Schwerkolt con Lee Holdsworth bajo el brazo. Garth Tander y James Courtney serán los elegidos para los coches principales por quinto año consecutivo y Tim Slade completa el cuarteto para Ryan Walkinshaw, hijo del fallecido en 2010 Tom Walkinshaw.
En cuanto a los ingenieros, Adrian Burgess completará su segundo año en la formación de Walkinshaw, poniéndolos en una situación a tener en cuenta. Adrian ya fue campeón con James Courtney en 2010, aunque ese año el título de marcas se lo apuntó Holden y no Ford.
Del resto de equipos Holden, destacar TEKNO Autosport y Brad Jones Racing. El equipo propiedad de Jonathon Webb es uno de los que apunta más alto. Shane Van Gisbergen está en un buen momento de forma y estas últimas semanas han sido clave para el equipo, pues se ha anunciado la asociación con Dick Johnson Racing en términos de personal trabajando en el pit-lane. En los V8 Supercars es posible que dos equipos totalmente distintos compartan la misma casilla de parada, y en este caso Marcos Ambrose y Shane Van Gisbergen se ahorran dinero compartiendo mecánicos y garaje.
Por su parte, Brad Jones Racing es el más flojo de los equipos Holden candidatos al título sobre el papel, pese a que cuentan con dos pilotos de calidad como son Fabian Coulthard y Jason Bright. En 2013 tuvieron un principio de año muy bueno, y la formación con base en Albury, Nueva Gales del Sur; es de los equipos que no debes olvidar pese a que no puedan dar realmente sensación de ser ganadores.
Ford
El rivalísimo de Holden. En decadencia en los últimos años y con el apoyo directo de fábrica abandonando la categoría a finales de temporada son quizá una amenaza un poco menos seria para la marca del león. Con el nuevo Falcon FGX -el último de su raza- quieren ponerle las cosas difíciles a los de rojo. Llevan dos años consecutivos ganando en Bathurst, algo que no sucedía desde el triplete de Lowndes-Whincup entre 2006 y 2008. Eso sí, desde ese mismo año que no huelen el campeonato de marcas. Ford Performance Racing pasa a llamarse Prodrive Racing Australia y contará con la incorporación en el cuarto coche de SuperBlack Racing. La marcha de Charlie Schwerkolt fue provocada por la llegada de los neozelandeses, quienes estuvieron en la Bathurst 1000 demostrando un buen nivel.
El otro equipo Ford es Dick Johnson Racing. Esta temporada sólo habrá cinco coches del óvalo azul y las expectativas están por las nubes debido al regreso de Marcos Ambrose. El bicampeón en 2003-2004 de la categoría tuvo un retorno un poco oscuro en Sydney y quiere darlo todo en su regreso a casa.
Volvo
La sorpresa de 2014 sin lugar a dudas. Scott McLaughlin y Robert Dahlgren pusieron a punto -y de qué forma- el Volvo S60 en su primer año, incluso estando por la victoria en Bathurst hasta que un toque entre Van Gisbergen y McLaughlin apartó a los suecos de la gloria. Este año se une David Wall al equipo, con Dahlgren volviendo a su Suecia natal. Garry Rogers es el jefe del equipo, y es un hombre que tiene tablas. Sabe cómo llevar un equipo y si la fiabilidad del S60 ha mejorado, ojito. A los de Triple Eight ya se les atragantó en más de una ocasión McLaughlin, y con un poco más de experiencia, el neozelandés puede ser letal.
Nissan y Mercedes
Los otros dos fabricantes de la parrilla. Son las cenicientas de la categoría, y aunque ambos han conseguido podios (una victoria para cada uno de ellos) en los últimos dos años, no son amenazas serias a la lucha de posiciones delanteras. La marcha de Lee Holdsworth de Erebus (Mercedes) deja a Will Davison a mandos del equipo de Betty Klimenko. Su compañero será el recién llegado de las Dunlop Development Series -lo que vendría a ser la GP2, más o menos- Ashley Walsh.
Por su parte Nissan continuará con su cuarteto tradicional. Los hermanos Kelly capitanearán el Jack Daniel's Racing y en los otros dos Nissan estarán Michael Carusso y James Moffat. Quizá se espere más de Nissan que de Erebus de cara a 2015, ya que realmente existe apoyo de fábrica mientras que en Erebus no cuentan con AMG Europa a nivel de piezas y evolución del coche.
2015 es una incógnita. La semana que viene llega el test oficial de pretemporada, y ahí veremos quién quiere brillar en un solo evento o quién se ahorra esfuerzo para lo que realmente cuenta. Las armaduras se están acabando de ensamblar. Queda poco para la batalla.
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